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    Cine Alemán Siglo XXI

    SEFF 2014 (VI) | Críticas: El camino más largo para volver a casa, O velho do Restelo & Heaven Knows What

    Heaven Knows What

    Las musas de la inspiración

    Crónica de la sexta jornada en el XI Festival de Cine Europeo de Sevilla.

    La sexta sesión del festival ha lidiado en mayor o menor medida el tema de la inspiración del artista, de cómo llega y cómo se pega a la piel hasta que es imposible resistir el impulso de plasmarla. De todo eso trataba esta jornada del Festival de Cine Europeo de Sevilla, con la proyección de un cortometraje de Manoel de Oliveira como antesala de A proletarian Winter´s tale (Julian Radlmaier, 2014), contraste de edades y experiencia de dos cineastas europeos. O velho do Restelo se nutre de Cervantes, Luís de Camões y el propio cine del portugués para articular una explicación plástica de las influencias de su trabajo. Es imposible valorarlo tras un solo visionado, así que la crítica que se puede leer a continuación únicamente de guía para que cada uno se acerque a este pequeño arrebato de cine libre con algo de información.

    Con la presentación de la estupenda El camino más largo para volver a casa, las influencias fueron esta vez trabajo del director, que en la rueda de prensa ahorró a los periodistas sugerir nombres y él mismo dijo que quería emular a Haneke, Wendy y Lucy (Kelly Reichardt, 2008) o Lars Von Trier –en especial Melancolía (2011)– , con su relato descarnado del dolor de un viudo cuyo perro resiente la falta de cuidados y debe recorrerse media ciudad para volver al hogar. El director declaró su ilusión por estar en el SEFF, lo alabó por premiar El desconocido del lago (Alain Guiraudie, 2013) y contó los pormenores de un rodaje con crowdfunding y esparcido en tres temporadas.

    Más tarde se presentó la magnífica Mr. Turner, donde Mike Leigh sorprende con un retrato completísimo de la vida y trabajo del pintor J.M.W. Turner, interpretado por un monumental Timohy Spall, premiado en Cannes y puede que de nuevo en unos días, si Gaspard Ulliel (por Saint Laurent) o Borja Espinosa no se lo impiden. Leigh triunfa donde muchas películas así fracasan, al hacernos entender con claridad absoluta de dónde venía la inspiración del pintor, en una cinta de 150 minutos que mis compañeros Gonzalo Hernández y Judith Romero ya reseñaron tras su paso por Cannes y el BFI de Londres, respectivamente. La última hornada de inspiración vino de la mano de Arielle Holmes, cuya dura vida sirve de base a los hermanos Ben y Joshua Safdie para crear Heaven knows what, irritante acercamiento al subgénero de yonquis que cuenta una historia de amor y desamor en las calles de Nueva York, pero cuyo potencial se diluye en feísmo visual y música atronadora. Y es que impactar al espectador a cañonazos no siempre funciona.

    O Velho do Restelo

    O velho do Restelo

    Dirigida por Manoel de Oliveira.
    Reparto: Ricardo Trêpa, Diogo Dória, Luís Miguel Cintra, Mário Barroso, Júlia Buisel.
    Francia, Portugal, 2014.
    Cortometraje de la Sección oficial | Fuera de concurso.

    El último trabajo del centenario Manoel de Oliveira empieza como lo haría un chiste: “Se abre el telón y aparecen Don Quijote, Luís de Camões, Camilo Castelo Branco y Teixeira de Pascoaes en un banco en plena ciudad moderna, y se ponen a hablar de lo divino y lo humano. Se cierra el telón. ¿Cómo se llama el corto?” Pues O velho do Restelo, título que sale de la obra Las lusiadas de De Camões y que el cineasta compara obsesivamente con la obra magna de Miguel de Cervantes, así como con la vida y romance entre Castelo Branco y Ana Plácido. Estos 20 minutos, imposibles de asumir en una tacada, son la prueba definitiva, y lo mejor es que completamente innecesaria, de la incansable vitalidad de un hombre de 105 años que en esta ocasión dialoga con su propio cine (las imágenes de archivo pertenecen a cuatro trabajos previos) y con la literatura y personalidades puntales en su educación. Es una apuesta sensorial, generosa, más artificiosa imposible y siempre al borde del ridículo, donde los intérpretes declaman y uno se acaba sintiendo un inculto. Este “viejo de Restelo”, este ya mítico director portugués, vuelve a demostrar por qué es una isla en la cinematografía mundial. Vean y juzguen.

    El camino más largo para volver a casa

    El camino más largo para volver a casa

    Dirigida por Sergi Pérez.
    Reparto: Borja Espinosa, Miki Esparbé, Maria Ribera, Pol López, Sara Espígul, Silvia Esquivel.
    España, 2014.
    Sección Oficial.

    Gratísima sorpresa, El camino más largo para volver a casa ha hecho su puesta de largo en el Festival, como lo hiciera el año pasado la estupenda 10.000 noches en ninguna parte (Ramón Salazar, 2013). Como aquélla, el estupendo debut de Sergi Pérez se ha financiado poco a poco y del bolsillo del director, y también se ha rodado a etapas (16 días rodados entre septiembre de 2012 y mayo y septiembre de 2013), información que da incluso más valor a la cinta, que luce compacta y con una progresión dramática rigurosa y encomiable. En el centro, el magnífico trabajo de Borja Espinosa (desde ya candidado al Premio al Mejor actor) como Joel, reciente viudo que solo quiere que le dejen tranquilo, y que pasará por unas intensas 24 horas para lograr ese propósito mientras trata de obtener una copia de las llaves de su casa, que se le han quedado dentro.

    Única película española a competición en la Sección Oficial, esta visceral historia provoca un malestar creciente mientras el comportamiento del protagonista se vuelve más errático y oscuro, culminando en un clímax coherente pero que seguro levantará ampollas en el público sensible. Con una apuesta visual muy pensada que acompaña al discurso emocional de la cinta, estos 85 minutos de vibrante cine funcionan a nivel metafórico y en el más puro nivel personal, porque de lo que Pérez y sus co-guionistas están hablando es del dolor en crudo, reflejado con inteligencia en el gusto por el pequeño gesto y la alergia a las discusiones obvias de sentimientos. Pues que viva en cine así, ¿no? 80|100.

    Heaven Knows What

    Heaven knows what

    Dirigida por Ben & Joshua Safdie.
    Reparto: Arielle Holmes, Caleb Landry Jones, Buddy Duress, Necro, Eleanor Hendricks.
    Francia, Estados Unidos, 2014.
    Sección Oficial.

    En el cine, lamentablemente, intenciones y resultados difieren mucho, y películas como Heaven knows what son el ejemplo perfecto de esto. Seguro que los hermanos Ben y Joshua Safdie creyeron estar haciendo una película dura, exigente y realista. Parten de las experiencias personales de su protagonista Arielle Holmes, que Joshua y el productor Sebastian Bear-McClard encontraron como vagabunda en las calles de Nueva York. Tras ayudarla en lo posible y animarla a escribir su historia en formato libro, los hermanos se unieron a Ronald Bronstein (co-guionista con un Safdie y co-montador con el otro) para llevar a la pantalla su tortuosa historia de amor y sus duras condiciones en unas calles donde a nadie le importa nadie. La Gran Manzana como urbe indiferente a todo, donde nada se detiene por más de un par de segundos.

    El problema es que la historia de Holmes, dicho con todo el respeto, no interesa mucho. Dramas así han sido ficcionalizados tantas veces en pantalla, la descripción de personajes es tan pobre y la puesta en escena tan rutinaria, que no hay apenas lugar para que uno se enganche a lo contado. Entre gritos histéricos, pinchazos en las venas, palabrería vacía y una dura realidad, solo el carismático Buddy Duress, encarcelado en la vida real desde el 28 de julio en Rikers Island, es capaz de quedarse en la retina del espectador con su simpático personaje de Mike, camello y yonqui con ángel que trata de salvar a Harley, alter ego de Holmes, de la violencia del insoportable Ilya. 35|100.

    Adrián González Viña
    redacción Sevilla



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