Noche de vigilia para ver, en casi directo, el final de uno de los acontecimientos televisivos de la historia. La season finale de Lost, arribó con unas expectativas inusitadas, y que probablemente no satisfagan a todo el mundo. Un doble capítulo de más de dos horas, que concluyen esta enigmática historia sobre los supervivientes del vuelo Oceanic 815. Seis temporadas, bastante irregulares pero con una producción excelente, con capítulos redentores que volvían ha engancharte a la serie una y otra vez.Tras una magnífica primera temporada, el resto han significado la conformación de un puzzle que tenía momentos confusos y otros brillantes. La cuarta temporada, con el uso del flash-forward es la sección más lograda e imaginativa de la serie. La quinta y sexta temporada, han tenido un desarrollo bastante errático hasta sus episodios finales que han dado sentido a la serie. Recordar el maravilloso quinto episodio de la cuarta temporada, La Constante o los finales de estas tres últimas temporadas. Porqué el final de esta sexta temporada es excelente, indiferentemente de las interpretaciones dadas por cada teleespectador, las posibles teorías y explicaciones que
surjan a partir de ahora son la esencia de Perdidos.Dos horas cinematográficas con momentos emocionantes y con un final que deja un poso de pena e incomprensión, que se acaba convirtiendo en fascinación. Lost acaba como comenzó, con los ojos de Jack Shephard (Matthew Fox) cerrándose. Un sueño, el purgatorio, la transición de vida-muerte, vidas bidimensionales, la lucha del bien y el mal…no hay explicación alguna a la respuesta final; cómo tampoco lo tiene qué es la Isla, el por qué de sus propiedades…nuestra mente es la que toma el mando y debe ter
minar el rompecabezas de manera consciente o inconsciente. No creo que Abrams y Lindelof quisieran contentar a todo el mundo, pese a que han sido bastante condescendientes con el público en este episodio final, reuniendo y uniendo de nuevo a todos los protagonistas de esta epopeya.Lost nos ha acompañado durante seis años, y su final definitivo dejará una sensación de vacío que podrá ser subsanado en cada nueva redifusión o revisión, es la magia de la imagen. Probablemente a cada visionado, encontremos un diferente detalle que puede cambiar la perspectiva. Jack, Kate, Sawyer, Sahid, Jin, Sun, Hugo, Locke, Benjamin Linus…el resto de personajes y todos los actores que lo interpretan son parte ya de la historia viva de la televisión. Será difícil volverlos a ver caracterizados con otros nombres y personalidades, en una carrera que para ellos acaba de comenzar. Mención especial a Matthew Fox y Evangeline Lilly (Jack y Kate) cuyo episodio final es hermoso y digno de elogio. Una historia de amor, de fe, que el destino ya les había deparado.
Metáforas, religión, metafísica y onírico, todo aunado en el final de esta gran serie, con hoy lunes le decimos hasta luego. Ha merecido la pena el viaje, ahora es turno de cada única y personal conclusión. Su turno.
"See you in other life, brother".
