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    Las mejores series de televisión de 2023 (para ver en 2024)

    Las mejores series de televisión de 2023

    (para ver en 2024)

    «Ha cambiado la marea. ¿Puedes sentirlo?»
    Roy Tillman, Fargo, T5 E9.

    «Siento que el mundo está al borde del colapso, eso es lo que siento. La disminución de la creatividad… se detuvo en seco. Bueno, en lo científico no, esa se disparó».
    Leonard Bernstein, Maestro.

    «El futuro se inventa a cada segundo. Inventa uno mejor».
    Hari Seldon, Foundation, T2 E9.

    14. Beef (Temporada 1 - Netflix)

    El mismo año que A24 batió el récord de ser el primer estudio cinematográfico en ganar todas las categorías principales de los Oscars (mejor film, director/a, actores y actrices principales y secundarios, guión original, montaje, maquillaje y peinado) también produjo una serie para Netflix que poseía evidentes similitudes con Everything Everywhere All at Once (2022), la cinta que los consagró en los Premios de la Academia, ya que ambas entrañan historias de migrantes asiáticos en los Estados Unidos. En Beef  uno de sus protagonistas, Danny Cho (encarnado por Steven Yeun, participante de The Walking Dead (2010-2016), Nope (2022) y Burning (2018)), es un inmigrante surcoreano acosado por las deudas que trabaja como “contratista” en diferentes obras y sueña con poder comprar un terreno para edificar una casa y traer a sus padres al país. Su contracara es Ali Wong (Amy Lau), una exitosa emprendedora con ascendencia china-vietnamita, que está desesperada por vender su empresa en una millonada. El encuentro fortuito de ambos en un estacionamiento, una discusión por quién tiene el paso hacia la salida, un “fuck you” arrojado al aire, devienen en una persecución automovilística por un barrio residencial de Los Ángeles que queda registrada en un video y acabará comprometiéndolos. La bronca que estos dos exponentes de clases sociales antagónicas mastican por diversas frustraciones personales los sumergirá en un escalonamiento de venganzas que, de a poco, irá rebasando el marco de la legalidad. Un cóctel fatal en el que parece que se hubiesen mezclado los daños infringidos en The War of the Roses (1989), la ira de Anger Management (2003) y el resentimiento social del tercero de los Relatos Salvajes (2014) de Damián Szifron.

    Mediante el binomio Danny versus Ali y los familiares que los circundan, Beef toca varias cuestiones actuales. Una es la duda en torno al sueño norteamericano que encendió las esperanzas de millares de familias extranjeras que desembarcaron allí durante el siglo pasado. ¿Siguen existiendo esas chances de ascenso social fundadas en el esfuerzo y en el trabajo honesto? La otra es el dilema de cuánta posesión material es suficiente, sobre todo cuando se carece de bienestar emocional por ir incansablemente tras ese objetivo, y por asuntos irresueltos con uno mismo y con los demás. Finalmente, si ese ascenso social -cada vez más asociado a la tenencia material- es realizable en sociedades cada día más inequitativas y hostiles. La serie se mueve por estos cauces a lo largo de diez episodios que podrían haberse tornado injustificadamente extensos si no fuese por los últimos dos (“The Great Fabricator” y “Figures of Light”), donde revienta todo. Hacía bastante que no se veía un volantazo argumental tan brusco que desplace lo que hasta ahí era apenas un drama caótico por un desenlace de pura acción y, más tarde, por un extravío psicodélico en el desierto que tiene un ostensible parecido con la escena de las rocas de la referida Everything Everywhere All at Once.

    Episodios clave: Episodio 4 (Just Not All at the Same Time), Episodio 5 (Such Inward Secret Creatures), Episodio 7 (I Am a Cage), Episodio 8 (The Drama of Original Choice), Episodio 9 (The Great Fabricator).

    13. The Last of Us (Temporada 1 - HBOmax)


    El primer plato fuerte de este año fue esta adaptación del famoso videojuego homónimo de la consola PlayStation, protagonizada por la prometedora Bella Ramsey y el ascendente Pedro Pascal, quien siguió reforzando su perfil de “actor de sagas” tras su participación secundaria en Game of Thrones (2011-2019) y su principal en The Mandalorian (2019-). Sabemos que el fandom de productos de esta índole suele ser inclemente cuando de valorarlos se trata, por lo que la supervisión del mismo fue expresamente asumida por el propio diseñador del juego Neil Druckmann y el showrunner Craig Mazin, mayormente recordado por la estilizada recreación de la catástrofe nuclear soviética que hizo en la serie Chernobyl (2019), también para HBO.

    La serie está regada de easter eggs y referencias para el deleite de aquellos que jugaron ese third-person shooter de terror post-apocalíptico donde un hombre debe acompañar a una niña huérfana a cruzar los Estados Unidos después de que una cepa del hongo Cordyceps transformara a los seres humanos en caníbales amorfos y diezmara la civilización. Y si bien hubo acuerdo unánime en que estábamos ante una superproducción cuidada hasta en sus más mínimos detalles, es igualmente cierto que su aporte al subgénero de zombies no fue muy sustancial. En resumidas cuentas, The Last of Us recolecta diversos elementos del canon que títulos recientes han contribuido a fijar: el núcleo de su premisa tiene muchas semejanzas con la novela The Road (2006) por la que Cormac McCarthy ganó el Premio Pulitzer de ficción, la idea de áreas de cuarentena militarizadas ya estaban en otro popular videojuego como Resident Evil (1996→) y en el inacabable universo de The Walking Dead (2010→), mientras que la concepción de infectados sumamente ágiles que además puedan propagar el virus mediante una especie de cilios que salen de sus bocas parece ser una combinación de las criaturas de Black Summer (2019-2021) con las de The Strain (2014-2017).

    Episodios clave: Episodio 2 (Infected), Episodio 3 (Long, Long Time), Episodio 5 (Endure and Survive), Episodio 6 (Kin), Episodio 8 (When We Are in Need), Episodio 9 (Look for the Light).

    12. The Gold (Temporada 1 - Paramount+)

    La BBC reiteró la ecuación que en 2022 le dio buen rédito con Sherwood, la cual más allá de no ser de por sí revolucionaria, podría sintetizarse en tres cláusulas esenciales: hechos verídicos + notorio elenco británico + formato miniserie. La historia que se recrea transcurrió en la década de los 80, cuando una banda de seis ladrones robó imprevistamente tres toneladas de lingotes de oro del depósito de Brink's-Mat, emplazado en las cercanías del aeropuerto de Heathrow en Londres. El robo, equivalente a 26 millones de libras, se convirtió en el más grande de Gran Bretaña y obligó a modificar los procedimientos policiales e investigativos a causa del excepcional proceder delincuencial. Los asaltantes, encabezados por el maleante Micky McAvoy (Adam Nagaitis), esperaban hallar un botín de apenas 1 millón de libras en moneda extranjera, pero al toparse con semejante fortuna tuvieron que recalibrar toda su estrategia. No tenían ni la capacidad logística ni los conocimientos pertinentes para poder administrar esos volúmenes de oro y blanquear las ganancias que de allí podían llegar a extraer. Necesitaban inexorablemente de otros individuos del hampa con la expertise justa para hacer desaparecer tamaña fortuna. En lo concreto, acudieron a Kenneth Noye (Jack Lowden), un mediador non sancto con informantes entre la policía que les facilitó el contacto con el joyero Tom Cullen (John Palmer), quien se ocuparía de fundir el oro mientras él lo intercambiaba por billetes. Sin embargo precisaban de alguien que pudiese lavarles el dinero y ahí sería crucial el manejo del abogado Edwyn Cooper (Dominic Cooper).

    En la vereda opuesta, Scotland Yard armaría un escuadrón comprometido en recuperar el metal y desmontar esa red clandestina, comandado por el incorruptible inspector Brian Boyce (un soberbio Hugh Bonneville), quien tendría bajo su ala a los oficiales Nicki Jennings (Charlotte Spencer) y Tony Brightwell (Emun Elliott). Los seis años que demandó la investigación son reconstruidos con prestancia por la BBC en lo que respecta a la dirección de arte, el vestuario, los maquillajes y la banda sonora. Aunque lo más llamativo es cómo por los resquicios de este heist show se va colando todo un clima de época relativo a un mundo que estaba cambiando tras la eliminación del patrón oro, con una lucha velada entre la antigua aristocracia británica y la emergencia de fuentes alternativas de riqueza que se canalizaban a través de la circulación de capitales y un boom inmobiliario que redundaría en la modernización londinense. Esta es una serie de atracos que, invierte pocos minutos en las secuencias del asalto en sí para explayarse más en los contraste que había entre Kenneth Noye, Tom Cullen y Edwyn Cooper, tres hombres nacidos de la pobreza que en base a su inteligencia, habilidades y agallas para realizar las ilegalidades que fuesen necesarias habían podido escalar socialmente, y por otro lado el inspector Boyce, un ex soldado de la Segunda Guerra Mundial con unos estándares éticos irreprochables, al servicio de resarcir las arcas de su Majestad y capturarlos.

    Episodios clave: Episodio 3 (The Consequences Are Mine), Episodio 4 (Vengeance Is Easy, Justice Is Hard), Episodio 5 (The Boy You Were), Episodio 6 (I'll Be Remembered).

    11. Silo (Temporada 1 - Apple TV+)

    Hace ya un tiempo que Apple TV+ viene perfilándose como referencia para las series de ciencia ficción, un género que como la fantasía puede llegar a ser traicionero, puesto que determinados proyectos demandan a veces grandes inversiones para concretarse, pero su consumo no pasa de ser de nicho. Empezando por la estupenda primera temporada de Severance (2022→), la empresa de la manzana tiene ofertados en su vidriera digital títulos de todas las formas y colores: distópicas como la cancelada See (2019-2022), espaciales propagandísticas como For All Mankind (2019→), con temática de género como Shining Girls (2022) y literarias como la Foundation (2021→) de Isaac Asimov. Este año se siguió adentrando en esta última senda con Silo, que traslada a la pantalla chica una trilogía literaria del novelista Hugh Howey, donde la humanidad vive en un gigante silo subterráneo de 144 pisos, después de que un cataclismo dejara la superficie de la Tierra contaminada e inhabitable. Como en numerosos argumentos postapocalípticos, en este se confecciona una sociedad fuertemente coercionada, cuyos habitantes decrecen en la jerarquía social y realizan labores más manuales a medidas que ocupan las plantas más bajas del silo. Por razones obvias, la natalidad se encuentra controlada y aquellos que cometen los crímenes más aberrantes son castigados con la expulsión al exterior.

    No es la intención exponer demasiado de lo que viene a continuación, ya que el máximo acierto de esta serie está en cómo alimenta y sostiene, episodio tras episodio, su enigma, pero si podemos puntualizar que todo ese régimen de vigilancia entra a resquebrajarse cuando una pregunta inquietante comienza a extenderse como reguero de pólvora entre los pobladores del refugio: ¿y si todo lo que nos han contado y mostrado es una mentira?, lo cual si lo extrapolamos fuera de este universo claustrofóbico, industrial y cyberpunk muy alusivo a Snowpiercer (2013) y Twelve Monkeys (1995), se convierte en un interrogante que apunta directo al corazón de nuestra era, acuciada por las fake news, las imágenes y videos retocados con inteligencia artificial, y los enjambres de trolls cibernéticos. El otro aspecto remarcable de Silo es su consagrado reparto, partiendo por la encandilante Rebecca Ferguson como una operaria que persigue la verdad, Tim Robbins como el jefe del área de tecnología que esconde una información invaluable, Ruth Jahns como la gobernanta del Silo, además de David Oyelowo, Will Patton, Iain Glen, Harriet Walter y el rapero Common.

    Episodios clave: Episodio 2 (Infected), Episodio 3 (Long, Long Time), Episodio 5 (Endure and Survive), Episodio 6 (Kin), Episodio 8 (When We Are in Need), Episodio 9 (Look for the Light).

    10. Barry (Temporada Final 4 - HBOmax)

    En 2015 el columnista Philip Bump publicó en el Washington Post un revelador estudio titulado “Here’s how much of your life the United States has been at war”. En él se analizaba qué porcentaje de su vida los estadounidenses habían pasado bajo períodos de guerra según su año de nacimiento y los resultados eran contundentes: las generaciones surgidas desde 1980 en adelante habían transitado la mitad de su vida, o incluso más, bajo ese estado. Justamente Barry Berkman, el personaje creado y encarnado por Bill Hader, era un soldado de la Marina de los Estados Unidos que había nacido en 1978 y que había sido enviado a combatir en la guerra de Afganistán. A su regreso al país, los estragos de la guerra habían horadado psicológicamente en él, condenándolo a una apatía de la cual comenzaría a salir recién cuando Monroe Fuches (Stephen Root) le ofreciera encargos de asesinatos a sueldo. Por lo tanto, la prerrogativa de esta comedia negra era la de un estadounidense roto por la guerra que no podía renunciar a las lógicas de la matanza aún cuando ya no estuviese en servicio, pero cuya existencia daba un vuelco completo al entrar accidentalmente en las clases de actuación del maestro Gene Cousineau (Henry Winkler) y al enamorarse allí de Sally (Sarah Goldberg).

    Dejando a un costado a la impecable Better Call Saul (2015-2022), Barry es la mejor heredera de Breaking Bad (2008-2013), no tanto por la creatividad en los innumerables giros narrativos, lo cual fue un plus que le supo entregar a sus series el showrunner Vince Gilligan, sino por la descripción que las dos construyen acerca de la caída de sus antihéroes, quienes se enfrentan a su manera con el entorno que los margina. Walter White y Barry simbolizan dos personas a cuyas desgracias, el Estado de la mayor potencia mundial, no pudo ofrecerles soluciones. A Walter no le costeó el tratamiento de cáncer y a Barry no le pudo proveer los cuidados necesarios para un veterano, con su correspondiente terapia contra los traumas bélicos. En cierta medida, tanto uno como el otro se inclinaban hacia operaciones ilícitas como consecuencia de esa deficiencia en la contención. Al ser un hábil profesor de química, Walter se asociaba con un ex alumno drogadicto para la fabricación encubierta de la más pura metilamina cuya comercialización le permitiese financiar su terapia, mientras que el otro ponía en práctica todo lo aprendido en su formación militar. Durante las tres temporadas precedentes, él procuraría hacer lo estuviera a su alcance para limpiar su ensangrentado historial y poder vislumbrar un futuro con Sally. Lamentablemente, cuanto más lo intentaba, más se sumía en un pozo de violencia y homicidios entre mafias chechenas, bolivianas, la policía de Los Ángeles e intromisiones del FBI. Estos intentos de purificarse y sacarse de encima la sangre de enemigos e inocentes como si nunca nada hubiese ocurrido rara vez llegan a buen puerto y en esta última entrega se verifica aquella cuasi ley de la dramaturgia que otro criminal, Michael Corleone, enunció en The Godfather III (1990): “justo cuando pensaba que estaba afuera, me vuelven a meter adentro”.

    Episodios clave: Episodio 2 (Best Place on the Earth), Episodio 3 (You're Charming), Episodio 4 (It Takes a Psycho), Episodio 6 (The Wizard), Episodio 7 (A Nice Meal), Episodio 8 (Wow).

    9. Arkitekten (Temporada 1 - Filmin)

    ¿Puedo hablar con alguien real?”. Con esta pregunta, que bien podría sintetizar la angustia contemporánea de toda la humanidad, es como inicia Arkitekten (The Architect) cuando Julie se acerca a un cajero electrónico instalado en plena calle para pedir un préstamo que le permita acceder a una hipoteca inmobiliaria, pero como tiene deudas estudiantiles, carece de ahorros y vive sola, el sistema la descarta automáticamente. Julie (Eili Harboe), es una arquitecta treintañera que todavía trabaja como becaria de un estudio de arquitectura en un Oslo distópico, impersonal, pulcro, gris (la paleta de colores fríos es preponderante), donde ya no circulan automóviles, los envíos se despachan con drones y el acceso a la vivienda propia es un lujo básicamente inalcanzable. Desesperada por hallar un sitio donde vivir, se topa con uno de los muchos garajes que han quedado vacíos y que, para su sorpresa, se subalquilan en un mercado negro como residencias para las personas. Allí, entre unidades habitacionales improvisadas con cortinas, de un tamaño no mucho más grande que el de las cocheras y sin ningún tipo de servicios, es donde va a instalarse Julie, aunque a su madre y a sus compañeros no les cuenta su humillante realidad.

    Todo se complica cuando el estudio contrata a Marcus (Fredrik Stenberg Ditlev-Simonsen), una celebridad en el ámbito de la arquitectura que anteriormente fue su novio, pero que ahora está casado y endeudado hasta la coronilla por la compra de un piso con su esposa. La necesidad los unirá para diseñar un proyecto con el que puedan concursar en una licitación abierta por el gobierno de Oslo para la edificación de mil departamentos. No obstante, ese proyecto pondrá a prueba la solidaridad de Julie con el resto de los habitantes del garaje. Con tan solo cuatro capítulos de menos de veinte minutos de duración, a esta comedia noruega le es suficiente para problematizar la disyuntiva entre la prosperidad colectiva o la salvación individual, la gentrificación urbana, la escasez de oportunidades para los jóvenes y las inequidades de género en los ambientes laborales. Seleccionada para competir en la Berlinale Series Market 2023, si bien fue derrotada por la también digna The Good Mothers (2023), fue merecedora de una Mención Especial del Jurado.

    Episodios clave: Episodio 1 (The Intern), Episodio 3 (CubeZ), Episodio 4 (The Architect).

    8. Winning Time: The Rise of the Lakers Dynasty (Temporada 2 c/ Cancelación - HBOmax)

    La serie visualmente más apabullante del último tiempo, sofisticada curaduría de fotogramas y de edición nacida del desenfreno creativo de la dupla Max Borenstein-Jim Hecht, y plasmada en celuloide por Todd Banhazl, volvió y se despidió sorpresivamente con esta segunda entrega. Su cancelación fue una de las más resonantes del año, particularmente por las quejas públicas recogidas por el lado de los participantes reales de aquella era dorada del basket angelino como fueron Magic Johnson, Kareem Abdul‑Jabbar y Jerry West, cuya inconformidad con la reconstrucción de los hechos pudo haber incidido en la merma de audiencia. Independientemente de su rigurosidad histórica, esta temporada es sumamente disfrutable y se estructura en función de un claro eje conductor, el de la paternidad entendida en todas sus acepciones. En el sentido más estricto e inmediato, la paternidad como proceso de madurez y de asunción de responsabilidades por la crianza de un hijo, de la cual Magic Johnson (Quincy Isaiah) pretende desentenderse y que lo obligará a tener que llegar a un acuerdo legal con la madre de su primogénito. La paternidad también como revisión de los vínculos del pasado es lo que va a perseguir al entrenador de Johnson, Pat Riley (un eficaz Adrien Brody) y a su némesis dentro de la cancha, la estrella de los Boston Celtics, Larry Bird. Riley sintiéndose insuficiente ante la sombra paterna (quien fuera, asimismo, un exigente jugador de baseball) y Bird examinando la figura de su padre, un ex combatiente de la guerra de Corea que se suicidaría por problemas de alcoholismo. Adicionalmente, la paternidad como mentoría será lo que se pondrá en tensión tras una racha de malos resultados cuando Magic Johnson le pida el traspaso al dueño de los Lakers, Jerry Buss (un magnífico John C. Reilly), y cuando Pat Riley deba decidir si se mantiene en su rol de asistente o traiciona al coach Paul Westhead (Jason Segel) para tomar el cargo.

    Finalmente, la competencia por la paternidad deportiva entre el Boston laborioso, aguerrido y beligerante de Larry Bird y los espectaculares Los Ángeles Lakers de Johnson y Abdul‑Jabbar es lo que motoriza cada uno de estos capítulos. Arranca con las Finales de la NBA que los Lakers le ganan a los Philadelphia 76ers bajo la dirección de Paul Westhead en 1980, para luego describir la crisis que golpea al plantel cuando al año siguiente se quedan afuera de la competición en la primera llave. La pelea por la hegemonía basquetbolística se endereza nuevamente cuando los Lakers alzan su octavo anillo (para entonces entrenados por Pat Riley) y culmina con “el partido del siglo” que juegan contra los Celtics para definir el campeonato de 1984. Toda esa seguidilla es transmitida con la intensidad que distingue a los productos en los Adam McKay se anota como productor.

    Episodios clave: Episodio 1 (One Ring Don't Make a Dynasty), Episodio 2 (The Magic Is Back), Episodio 3 (The Second Coming), Episodio 5 (The Hamburger Hamlet), Episodio 6 ('BEAT L.A.'), Episodio 7 (What Is and What Should Never Be).

    7. Slow Horses (Temporada 3 - Apple TV+)

    Jackson Lamb y sus Caballos Lentos están de vuelta, en la tercera entrega de esta comedia de espionaje que Apple TV+ viene disponibilizando a pasos acelerados en apenas un año y medio de ventana. Aquí se adapta la segunda novela de Mick Herron, “Real Tigers”(2017), y se repite el elenco de base, con el inmenso Gary Oldman como Lamb, ese espía tan astuto e inteligente como borracho, sucio e indisciplinado. Un auténtico “pain in the ass” para el servicio de seguridad interna británico, lo que le acarrea ser desterrado a la Casa de la Ciénaga, un tugurio rebasado hasta el techo de archivos de inteligencia que esperan a ser organizados y a donde son transferidos otros agentes fracasados. Aunque su orgullo y su mal genio le impidan reconocerlo, tiene bajo su mando una tropa de inadaptados con algunos talentos, en particular River Cartwright (Jack Lowden, aquí a diferencia de The Gold, en el lado correcto de la ley) ocupando el clásico rol del coprotagonista que a la larga acaba salvando desde el anonimato la estabilidad de la nación. Y Kristin Scott Thomas como la ventajista subdirectora del MI5 que pagaría por nunca más verlos a ninguno de los dos.

    En esta ocasión, el secuestro de la secretaria de la Ciénaga por parte de un equipo tigre, una unidad especial asignada para poner a prueba los sistemas de defensa de una organización, es el punto de partida para que Herron satirice respecto de la decadente institucionalidad británica expresada en la inoperancia de sus cuerpos de seguridad y en la corrupción entre la clase política y los contratistas privados. El escritor pinta el dañino clima de época al exponer dos discursos que, en efecto, están más interrelacionados de lo que se pueda creer. En un extremo, el prejuicio de la ineficiencia del sector público y, en el otro, la paranoia respecto a fantasiosos secretos de Estado supuestamente guardados en documentos clasificados. Como era de esperar, el ejercicio de testeo de las defensas que protegen esa documentación no termina siendo una simplemente prueba, por lo que Lamb y sus muchachos serán convocados nuevamente a poner las cosas en orden y a salvaguardar la honra del MI5.

    Episodios clave: Episodio 1 (Strange Games), Episodio 2 (Hard Lessons), Episodio 3 (Negotiating with Tigers), Episodio 5 (Cleaning Up), Episodio 6 (Footprints).

    6. Blue Lights (Temporada 1 - BBC)

    La BBC, probablemente una de las mejores gestantes de policiales seriados junto con la HBO, emitió en este 2023 otro sobresaliente título, para sorpresa de todos. Blue Lights replica, tanto en su nombre como en su enfoque, otra muy buena serie sueca que este año tuvo también nueva temporada, Tunna blå linjen (Thin Blue Line, 2021-). Ambas proponen una narración ficcionalizada acerca de la cotidianeidad de las brigadas policiales en sus respectivos territorios. La anglosajona, puntualmente, se circunscribe a una comisaría en la ciudad de Belfast, su relación con la comunidad, las tareas de patrullaje por los barrios y la intervención en los conflictos ciudadanos, los cuales adquieren variadas manifestaciones. Por sus calles se suceden los actos delincuenciales, el consumo de drogas, los homicidios, la violencia doméstica, el acoso sexual, la discriminación racial y los casos de depresión, teniendo siempre como telón de fondo las reminiscencias del conflicto norirlandés.

    Quienes monitorean las calles y asisten a las zonas calientes son tres parejas de policías conformadas cada una de ellas por un practicante y su tutor. Personas corrientes que optaron por la carrera uniformada por distintos motivos: la ex trabajadora social que trata de humanizar la profesión, el policía que guarda su vida privada en secreto mientras se aboca diligentemente a su labor, la hija de un alto mando que eligió la carrera presionada por el mandato materno y el veterano oficial que tuerce las normas guiado por su olfato (el mejor personaje, en la piel de Richard Dormer). Belfast es una capital no muy transitada, por lo que el relato que allí se desenvuelve adquiere por momentos el tono íntimo de otros policiales más suburbanos como Happy Valley (2014-2023) o Broadchurch (2013-2017), aunque con una tensión brillantemente comprimida en cámara. No obstante, todos esos conflictos focales están cruzados por otra línea narrativa que se desarrolla en paralelo a ellos, que involucra una operación encubierta contra una pandilla local comandada por James McIntyre (el veterano John Lynch, novelista y actor de In the Name of the Father (1993), The Fall (2013-2016) y The Terror (2018)). La situación se agrava cuando estos agentes, en pos de cumplir con sus obligaciones, se extralimitan en sus facultades e incursionan en áreas reservadas para el operativo contra los McIntyre, lo cual conducirá a una tragedia irremediable.

    Episodios clave: Episodio 2 (Bad Batch), Episodio 4 (Full Moon Fever), Episodio 5 (The Q Word), Episodio 6 (Love the One You're With).

    5. La nuit où Laurier Gaudreault s'est réveillé (Temporada 1 - Canal+)

    Algo terrible sucedió hace 28 años. Algo de lo que todo un pueblo murmura pero que solo conocen los miembros de una familia. Y mientras aquel recuerdo vuelve para atormentarlos, una mujer agoniza y una ventisca preanuncia la llegada de otras lluvias. En esta historia los objetos y las cosas ofician como metáforas, a veces directas y otras no tanto. De ahí que una tormenta pueda simbolizar el desvanecimiento de la omnipotente presencia materna así como también el lavado de penas acumuladas, una vieja caja de hojalata con recuerdos puede ser la puerta a la sanación de una herida, el acercamiento entre dos hermanos puede significar la reconciliación con la sinceridad. Un poco de esto es de lo que va La nuit où Laurier Gaudreault s'est réveillé (La noche que Logan despertó), la ópera prima televisiva de Xavier Dolan, l'enfant terrible del cine canadiense, bautizado de tal manera por la crítica por ya ostentar dos Premios del Jurado de Cannes con apenas 34 años de edad. La serie arranca de modo semejante a August: Osage County (2013), u otras historias donde la muerte del padre congrega a una familia desmembrada. Salvo que aquí es una madre quien sucumbe a una inmisericorde enfermedad que le ha drenado toda su fortaleza y el carácter del que solía hacer gala. En otros tiempos esta mujer, Mado Larouche (su actriz fetiche Anne Dorval), supo ser candidata a alcaldesa de la ficticia localidad de Val-de-Chutes. Pero un confuso incidente acaecido una noche de otoño de 1991 entre dos de sus cuatro hijos, Mireille y Julien, y un amigo de ellos llamado Laurier, la obligó a retirarse y destruyó el vínculo entre los chicos. Lo paradojalmente poético de esta potente apertura es que Mireille (Julie Le Breton), con quien no hablaba desde hacía añares, se ha convertido en una prestigiosa tanatóloga y será ella la encargada de preparar a su madre para el entierro, devolviéndole el vigor que la enfermedad le devoró. Como si pudiésemos presenciar un escrutinio forense a las propias entrañas del clan Larouche, el retorno de Mireille a su tierra natal echará luz alrededor de lo que sucedió aquella noche y de las repercusiones que eso tuvo en los cuatro hermanos. Cada uno carga con su cruz y la arrastra como puede. Mireille decidió exiliarse, irse lejos de todos los que la conocían, pero Julien (Patrick Hivon) se quedó y creció reprimiendo sus verdaderos sentimientos, al tiempo que Elliot Larouche (el mismísimo Dolan) tropieza con sus adicciones y Den Larouche (Éric Bruneau) ha fracasado prematuramente en su matrimonio.

    Sin embargo, el gran diferencial de esta serie es el virtuosismo de su director. Acompasado por la música del maestro Hans Zimmer, Xavier Dolan filma con maestría una obra notablemente poética. Sabe filmar como pocos las muertes más desoladoras, la de una madre o la de un padre, pero también sabe atestiguar con sus lentes la vida en todos sus claroscuros: la irreverencia de la adolescencia, las fracturas irreparables en las relaciones filioparentales, las expectativas truncas depositadas en los seres queridos y las habladurías ajenas que se engordan en el caldo de las ausencias. Los secretos intrafamiliares, las adicciones como esas compañeras degradantes que extienden su mano en los pozos de la soledad, y el sexo como via crucis trascendental que arranca en la exploración de la juventud y deviene en forma de traumas, penitencias y evasión en la adultez. Pero sobre todo nos habla de un tema muy profundo y específico, la imposibilidad de reparar una relación cuando no se es capaz de perdonar a un otro porque primero no nos podemos perdonar a nosotros mismos. Un ardid autoembaucador que consiste en culpabilizar a alguien para no asumir la propia responsabilidad, al mismo tiempo que se prolonga una especie de castigo autoimpuesto por esa cobardía. Un impasse emocional que congela la relación entre dos personas en un instante del pasado que sigue regresando para bloquear cualquier posibilidad de reconciliación.

    Episodios clave: Episodio 1 (La nuit où Madeleine est morte), Episodio 3 (La nuit où Chantal avait compris), Episodio 4 (La nuit où Julien avait pris peur), Episodio 5 (La nuit où Laurier Gaudreault s'est réveillé).

    4. Succession (Temporada Final 4 - HBOmax)

    Como no podría ser de otro modo, Succession clausuró su historia a lo grande, de manera opulenta, haciéndole honor a la suntuosidad de la familia Roy. Fueron diez episodios estrenados semanalmente por la HBO que mantuvieron en vilo a una audiencia ávida por conocer cuál sería el destino de Waystar RoyCo, el conglomerado de medios, cruceros y demás divisiones comerciales de entretenimiento fundado por el magnate Logan Roy (Brian Cox), y también por averiguar quién o quiénes entre sus parientes serían los que lograrían primar en la toma de decisión. De hecho, la suerte de Waystar RoyCo estaba indisociablemente atada a quien pudiese doblarle las manos al resto y poner sobre la mesa una propuesta económica que satisficiera a la mayoría de los accionistas. Por lo tanto, en este recorrido de las cuatro temporadas las facciones habían ido cambiando hasta desembocar en este momento donde Logan estaba enfrentado a tres de sus hijos: Kendall (Jeremy Strong), el primero que quiso destronarlo, Roman (Kieran Culkin), el menor y más pervertido, y la única mujer, Shiv (Sarah Snook), que deseaba abrirse paso entre esos hombres.

    Una grata coincidencia es que la despedida haya coincidido con el aniversario del cuarto de siglo de Los Soprano (1999-2007), otra saga familiar con disputas de poderes pero al interior de la mafia italo-americana. En ese lapso, la HBO mutó de pieles pero no de mañas creativas, e intercambió a un matón como Tony Soprano por un delincuente de guante blanco como Logan, los basurales de Nueva Jersey por los rascacielos vidriados de Nueva York, las balaceras por las votaciones a mano alzada del board directivo. La preservación de esa tónica argumental que conecta ambos títulos hace que en Succession convergen dos series en una. Es a la vez un drama familiar de inspiración casi mítica, con un Saturno corporativo dispuesto a devorarse a sus hijos con tal de que se haga su voluntad y, en paralelo, un thriller empresarial salvaje. Su atracción reside ahí, sin despreciar el resto de los consabidos aspectos, como su magistral producción (que incluyó a Adam McKay y Will Farrell como ejecutivos), la espléndida fotografía, las monumentales locaciones (Noruega, la costa croata, Santa Mónica, los Hamptons, la Toscana, el Lago de Como y el castillo de Eastnor) y el señorial score musical de Nicholas Britell. Esos componentes serían anecdóticos si el showrunner y guionista Jesse Armstrong no hubiese podido mantener la intriga de cómo se iba a dirimir la pulseada entre los Roy. El panorama se trastoca radicalmente en el tercer capítulo de esta tanda final, cuando los hermanos Kendall, Roman y Shiv deben reconfigurar sus alianzas y acordar quién presidirá la compañía. Pero como el fruto nunca cae muy lejos del árbol, la ambición del padre será la misma que la de sus hijos y eso hará resquebrajar sus dudosos pactos, teniendo como marco a la elección presidencial estadounidense.

    Episodios clave: Episodio 3 (Connor's Wedding), Episodio 4 (Honeymoon States), Episodio 5 (Kill List), Episodio 8 (America Decides), Episodio 9 (Church and State), Episodio 10 (With Open Eyes).

    3. Ted Lasso (Temporada Final 3 - Apple TV+)

    El 14 de agosto del 2020, mientras gran parte del mundo se sacudía bajo la turbulencia del COVID-19, el actor Jason Sudeikis estrenó en Apple TV+ la serie Ted Lasso (2020-2023). Todo arrancó de manera discreta, con una pequeña producción que no disponía de una gran campaña de marketing por detrás suyo y sin figuras estelares, apenas con un puñado de intérpretes ligeramente reconocibles para el público promedio, como las actrices Juno Temple, Hannah Waddingham y el actor Anthony Head. La premisa era igualmente sencilla: Sudeikis desempolvó un viejo personaje que había armado una década atrás para una publicidad de la cadena NBC Sports que promocionaba la transmisión de los partidos de la Premier League, y le terminó construyendo un pasado y dándole un presente. Sudeikis hizo de su Ted Lasso un hombre que decidía dejar a su esposa e hijo en los Estados Unidos para asumir el desafío de ser el director técnico del ficticio club de fútbol inglés AFC Richmond (imitación artística del Crystal Palace FC). El coach Lasso tenía experiencia dirigiendo equipos de fútbol americano, pero del deporte del balompié entendía poco y nada, razón por la cual dependía de los consejos de su amigo y ayudante de campo, Beard (Brendan Hunt). Lo que propios y ajenos vaticinaban como una inesquivable debacle futbolística debido a la impericia de la dupla técnica, iría transformándose en un arduo camino de logros acumulativos, no tanto en base a revolucionarias tácticas futbolísticas, pero sí gracias al toque humano de Lasso y su cuerpo técnico, el cual no dejaría indiferente a ningún integrante de la institución y afianzaría la unión de un plantel flojo de confianza.

    No obstante, desde el minuto uno el show pareció tocar una fibra especial en televidentes golpeados por el fallecimiento de seres amados, las pérdidas de empleo y la ansiedad del aislamiento. Se veían identificados en varias de las tribulaciones que atravesaban los personajes, los cuales fueron sofisticando sus arcos de desarrollo. Ya para esta temporada del adiós (que aparentemente más que un ‘adiós’ sería un ‘hasta luego’, puesto que se rumorea que habrá un spin off), cada uno tenían bien delimitados sus conflictos. Experimentando ataques de pánico, Ted debía solucionar el alejamiento con su hijo y reconquistar a su esposa. Rebecca (Hannah Waddingham) tenía que superar el resentimiento con su ex marido Rupert (Anthony Head), aceptar la frustración de no haber sido madre e imponerse en su calidad de dueña del Richmond dentro de una asociación de clubes presidida por viejos dinosaurios. El goleador Jamie Tartt (Phil Dunster) seguía sufriendo los maltratos de su padre aún siendo un adulto y habiéndose consolidado como el crack indiscutido del plantel. En ese microcosmo machista que son los vestuarios de fútbol, el defensor Colin (Billy Harris) ocultaba su homosexualidad, y el segundo asistente de Ted, Roy Kent (Brett Goldstein), no sabía cómo abrirle su corazón a Keeley (Juno Temple). Ella, por su parte, siendo la RRPP del club, se descubría a sí misma expuesta ante la prensa al filtrarse un vídeo íntimo suyo. En consecuencia, era muy difícil que los espectadores no se sintieran reflejados en cualquiera de esas subtramas. La serie también introducía capítulos con cuotas de realismo mágico como “Carol of the Bells” (T2, Ep. 4), “Beard After Hours” (T2, Ep. 9) y “Sunflowers” (T3, Ep. 6) que levantaban su vara estilística todavía más. Y a pesar de todas estas mejoras en el guión y la realización, lo que nunca resignó fue su mensaje, una reafirmación del optimismo, la solidaridad y la empatía incluso cuando el marcador nos juega en contra.

    Episodios clave: Episodio 3 (4-5-1), Episodio 6 (Sunflowers), Episodio 8 (We'll Never Have Paris), Episodio 9 (La Locker Room Aux Folles), Episodio 10 (International Break), Episodio 11 (Mom City), Episodio 12 (So Long, Farewell).

    2. Fargo (Temporada 5 - FX)

    Cada dos o tres años ocurre un evento televisivo muy grato, el lanzamiento de una nueva entrega de Fargo (2014-), la serie antológica creada por Noah Hawley que amplía el universo inaugurado por los hermanos Coen con su película homónima de 1996. Cada temporada se ubica cronológicamente en épocas distintas y los hechos que narran -los cuales son presentados falsamente como verídicos- tienen lugar mayoritariamente en el estado de Minnesota. Tanto el film nominado a la Palma de Oro como su variante en la pequeña pantalla funcionan como una crítica negra a la sociedad estadounidense, especialmente a la violencia y a la decadencia intelectual de las comunidades del Medio Oeste. En el caso de la obra de Hawley, su lenguaje cinematográfico es tan particular que lo empareja fácilmente con el de los Cohen y hace que esa crítica no solo se canalice por medio del guión (para ir ensamblando los diálogos y los conflictos sociales que dan carne a la trama) y de las actuaciones (para componer esos personajes cortos de miras y con poco lustre), sino que del mismo modo hay una elección narrativa explícita en apostar por lo sangriento para visibilizar la violencia constitutiva de esa región. En este sentido, es usual toparse con capítulos que estén abarrotados por escenas de acción que, al respecto de esta quinta temporada, ofician asimismo como un homenaje a las escenas clásicas del género. Es así cómo aparece el típico tiroteo que se desata en una gasolinera perdida en una ruta remota o la resistencia casera montada con trampas y pertrechos para disuadir a invasores que se proponen irrumpir en una vivienda (cualquier guiño a Home Alone (1990) no es pura coincidencia).

    De la misma forma, algunos personajes están inspirados en otros de la autoría de los Coen, como el asesino a sueldo Ole Munch (Sam Spruell) cuyo flequillo oscuro y extravagancia recuerda al Anton Chigurh por el cual Javier Bardem conquistó un Oscar en No Country for Old Men (2007). Munch, justamente, es quien enciende la mecha de esta historia cuando es contratado para secuestrar y separar de su familia a Dorothy Lyon (interpretada por una Juno Temple que, con esta actuación y su labor paralela en Ted Lasso (2020-2023), demuestra haber entrado definitivamente en la madurez de su carrera). Ella tiene una hija y aparenta estar felizmente casada con Wayne, el ingenuo heredero de un emporio millonario fundado en la extorsión y el refinanciamiento de deudores que es administrado por su maquiavélica madre Lorraine (Jennifer Jason Leigh). Sin embargo, la persecución dirigida hacia Dorothy destapará su pasado oculto, como esposa de otro temible hombre del cual huyó y por quien tuvo que cambiar su identidad, un sheriff ultra religioso de Dakota del Norte llamado Roy Tillman (Jon Ham en su mejor estado desde su Don Draper de Mad Men (2007-2015)). Es por ello que, de buenas a primeras, Dorothy se verá forzada a soltar su fiereza y proteger a los suyos, mientras tanto Munch, como el sheriff Roy, la policía local, el FBI y hasta su suegra competirán por ser los primeros en dar con ella y comprender qué es lo que anda pasando.

    Esta quinta parte mantiene la estructura enredada de las cuatro anteriores y de la cinta original, a partir de la cual distintos personajes no relacionados se ven interconectados por un evento puntual y algo fortuito. Pero adicionalmente es la que más temas recaba, no solo el de la violencia en sí y la de género en específico, también el de la libre portación de armas (con la alarmante cifra de 120 de ellas por cada 100 habitantes, de acuerdo al relevamiento de Small Arms Survey), las milicias supremacistas blancas, los movimientos separatistas (“estos tipos hablan de 1776 como si fuese un parque de diversiones” advierte, no sin humor, Dorothy en un pasaje) y el negocio del endeudamiento de las personas.

    Episodios clave: Episodio 3 (The Paradox of Intermediate Transactions), Episodio 5 (The Tiger), Episodio 7 (Linda), Episodio 8 (Blanket), Episodio 9 (The Useless Hand), Episodio 10 (Bisquik).

    1. The Bear (Temporada 2 - Star+/Disney+)

    Una alarma estruendosa suena a lo largo de toda la escena más relevante del capítulo que inaugura la segunda temporada de The Bear (2022-). La misma funciona como una metáfora sonora acerca del riesgo latente que subyace en el emprendimiento que la dupla protagonista, el chef “Carmy” Berzatto (Jeremy Allen White) y su socia Sydney (Ayo Edebiri), pretenden acometer. Tienen pensado pedirle al tío de este, Jimmy (Oliver Platt), un préstamo de 500 mil dólares para abrir un nuevo restaurante gourmet sobre los restos de la antigua sandwichería familiar. Préstamo que, dicho sea de paso, se suma a los 300 mil dólares que ya le adeudaban. Aquí entra a terciar la asesoría financiera que la hermana de Carmy, Natalie Berzatto (Abby Elliott), pueda aportar para que el plan no se vaya al cesto de la basura como alimento podrido. El margen es muy fino, se comprometen a devolverle lo adeudado en un período muy breve, para lo cual tendrán que obtener la habilitación del negocio en un tiempo aún más corto. Para suma de complicaciones el contexto recesivo en la ciudad de Chicago tampoco facilita la cosa.

    Esta segunda entrega es una muestra perfecta de cómo una serie puede crecer y, simultáneamente, modificar su tono. Si la anterior asfixiaba al espectador con sus ángulos de encuadre, su velocidad y los gritos de los intérpretes, al punto que parecía que los hermanos Safdie se hubiesen puesto de acuerdo con Damien Chazelle para rodar otra Whiplash (2014) enclaustrada en una cocina alborotada, esta temporada es más pausada e introspectiva, porque amplía sus horizontes y le da espacio a los papeles secundarios. Aquí la narrativa está al servicio del argumento, y como la inauguración de un nuevo restaurante es una empresa compleja que requiere de la colaboración de todos los involucrados, cada empleado tendrá que salir de su zona de confort y especializarse en lo suyo. Es por ello que hay determinados capítulos asignados prácticamente a personajes puntuales. En “Sundae” (Ep. 3), Sydney tiene que afrontar el síndrome de la hoja en blanco y elaborar el próximo menú gastronómico del local. En el minimalista “Honeydew” (Ep. 4), el pastelero Marcus (Lionel Boyce) es enviado a Dinamarca para hacer una residencia con el chef Luca (Will Poulter en una aparición especial) y aprender de él la magia de los platos daneses. Y en “Forks” (Ep. 7) el iracundo Richie (Ebon Moss-Bachrach) hará una pasantía en el exclusivisimo restaurant de la chef Terry (Olivia Colman, con otra salida estelar a escena) donde, a fuerza de lustrar tenedores con un paño, se despojará de todo su desacato y desprolijidad, para asimilar la meticulosidad de una organización nivel cinco estrellas. Entretanto, Carmy se reencuentra en un supermercado con Claire (Molly Gordon), una novia de la juventud de quien se distanció cuando fue a estudiar al exterior y cuya reaparición provocará en él sentimientos y temores que intentará reprimir. La escena es una de las más bonitas del 2023, con ellos dos apoyados contra unas heladeras iluminadas en un degradé azul para brindarle realce estético a sus miradas y capturada con un plano-contraplano sobre los rostros para reforzar la sensación de intimidad, lo cual es acompañado por una musicalización in crescendo de “Strange Currencies” de R.E.M., anticipando con los versos “I don't know why you're mean to me / When I call on the telephone” y “these words, you will be mine” sus intentos por alejarla de él, el torbellino de dudas que lo sacudirán y la unión que se producirá más adelante entre ambos.

    Queda en evidencia que uno de los temas fuertes de la serie es el miedo al fracaso, sea éste laboral o amoroso. ¿Cuál es el límite para ir detrás de la máxima perfección gastronómica si eso, en última instancia, no aliviana culpas, no reemplaza la muerte de los seres cercanos y no enmienda las fisuras interpersonales? Ese miedo al fracaso es, en definitiva, un pavor absoluto a quedarse sin nada que los sostenga, inclusive el trabajo. Porque todos estos personajes comparten una característica en común, con su minuciosidad culinaria, con su devoción al detalle tienen, de hecho, la necesidad de tapar las ausencias de afectos. Estos traumas tienen ramificaciones hacia otras problemáticas como el estrés, la depresión y demás trastornos mentales, los cuales se condensan drásticamente en Fishes (Ep. 6), el episodio donde The Bear echa toda la carne al asador. A la lista de los señalados Will Poulter y Olivia Colman se añade aquí el retorno de Jon Bernthal como Mike, el hermano mayor de Carmy. Además una apabullante troupe compuesta por la recientemente oscarizada Jamie Lee Curtis como Donna Berzatto, la alcohólica madre de ambos, Bob Odenkirk como el “tio” Lee Lane (la pareja de Donna) y Sarah Paulson como la prima Michelle Berzatto. Es en ese capítulo bisagra -que rompe el runtime promedio con una duración superior a una hora-, donde la serie vuelve a parecerse a la de la primera temporada para rememorar una vieja cena navideña en casa de los Barzatto y ayudarnos a entender más sobre la pena que flota en torno a Carmy.

    Episodios clave: Episodio 2 (Pasta), Episodio 5 (Pop), Episodio 6 (Fishes), Episodio 7 (Forks), Episodio 9 (Omelette), Episodio 10 (The Bear).

    Bonus Track: Fleishman Is in Trouble (Temporada 1 - Star+ / Disney+)

    Agregada este año al catálogo de Star+/Disney+ (dependiendo de dónde nos lean), esta serie podría haber pujado tranquilamente por el podio si no fuese porque fue oficialmente lanzada para el mercado de los Estados Unidos en el 2022 . Digno producto del sello FX on Hulu, luce la calidad y la sensibilidad que certifican otros títulos de la misma marca como Better Things (2016-2022) o Reservation Dogs (2021-2023), lo que aquí se ve potenciado por la dirección de Valerie Faris y Jonathan Dayton, un matrimonio que debutó en el cine con la delicada Little Miss Sunshine (2006). No obstante, Faris y Dayton tenían una trayectoria previa en la realización de videos musicales para artistas de la talla de los Red Hot Chili Peppers, R.E.M. y Oasis. Esa impronta “pop” se comprueba desde la escena de apertura con un recurso puntual y reiterado que es el del travelling invertido. Esa aproximación con la cámara al revés desde los exteriores neoyorkinos hacia la habitación del protagonista es utilizada para reflejar cuán patas para arriba queda la realidad de Toby Fleishman (Jesse Eisenberg) cuando su ex esposa desaparece sin dar explicaciones. Se genera así un cimbronazo que altera el endeble equilibrio que Toby creía haber conseguido luego de su divorcio con Rachel (Claire Danes), gracias al cual empezaba a tener éxito con mujeres que conocía por las apps de citas y le sobraban energías para enfocarse en obtener el ascenso en el hospital donde se desempeñaba como hepatólogo.

    En esa segunda juventud que aparenta ser la soltería a los cuarenta, de pronto él se descubre sobrepasado de trabajo, al cuidado permanente de sus dos hijos preadolescentes y enormemente preocupado por el paradero de Rachel. Su terapeuta le sugiere reencontrarse con Libby (Lizzy Caplan, quien como complemento pone su voz en off para la narración) y Seth (Adam Brody), dos amigos de la universidad con quienes no tenía contacto desde su casamiento. Ellos serán su nueva contención y las charlas que tengan en bares, parques y otros lugares les servirán a los tres para desandar los últimos años en que estuvieron sin verse. La serie también ofrece la otra perspectiva, la de Rachel, para entender por qué tomó determinadas decisiones y así va armando un mosaico en torno a una etapa puntual en la vida intermedia de adultos universitarios acomodados, que pasan a cuestionarse si lo que tienen y por lo que se han esforzado tanto es efectivamente aquello que se imaginaban y deseaban cuando eran más jóvenes. Por consiguiente Fleishman Is in Trouble (que fue traducida al español como La nueva vida de Toby y Fleishman está en apuros, lo cual presupone una elección por ver en el título la mitad del vaso lleno o la mitad vacía) reúne un montón de temas, algunos muy discutidos en la televisión como los lazos de pareja o el microcosmos de la familia, y otros más invisibilizados como la violencia obstétrica y las depresiones posparto.

    Episodios clave: Episodio 1 (Summon Your Witnesses), Episodio 4 (Free Pass), Episodio 5 (Vantablack), Episodio 6 (This Is My Enjoyment), Episodio 7 (Me-Time), Episodio 8 (The Liver).

    *Los episodios clave son aquellos que destacan por sus características artístico-narrativas o que suponen un quiebre significativo en la trama de la serie.


    Nicolás Woszezenczuk |
    © Revista EAM / Argentina


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