Gran expectación generó, desde que dio a luz la noticia, la adaptación cinematográfica de la novela de Haruki Murakami, Norwegian Wood (Noruwei no mori, 2010). Todo un símbolo para unos seguidores que se cuentan por millares, prendados por la sensibilidad del escritor de Kyoto. Norwegian Wood adopta el título de un tema de The Beatles y que es clave en la trama. Considerado uno de los libros de cabecera de las dos últimas décadas, Norwegian Wood, es un relato sobre la vida, el amor y las experiencias. Para su paso a la gran pantalla se contó con el enigmático realizador Tran Ahn Hung, uno de los triunfadores de Cannes 2003 con El Olor de la Papaya Verde (Mùi du du xanh) y creador de la poética I Come With the Rain (Je viens avec la pluie, 2008). El director vietnamita eligió para esta producción nipona con Ken’ichi Matsuyama y Rinko Kikuchi. Kikuchi, una de las actrices más populares de Japón, estuvo nominada al Óscar por Babel y su carrera parecía estancada hasta la aparición de Norwegian Wood que en España se llamará Tokio Blues.Esta cinta sobre el romance y la adolescencia ya tuvo su presentación en diversos festivales europeos: Berlín, Toronto y Venecia. Las críticas fueron positivas pero acentuaban la superioridad de la prosa al celuloide. Tachada de fría pese a su excelente factura, Tokyo Blues obtuvo tres nominaciones a los premios asiáticos. Quizás se esperaba una mayor repercusión del filme de Tran Ahn Hung. Aún con esa ligera decepción inicial, se aguarda que la película relance con su estreno popular en Europa y América. El crédito sigue en lo alto, prueba de ello será su llegada a España el 29 de Abril. A continuación, un avance de Tokyo Blues (Norwegian Wood).
