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    Cine Alemán Siglo XXI

    DARK TIDE (JOHN STOCKWELL, 2012)

    Dark Tide
    Imagen del rodaje de Dark Tide (John Stockwell, 2012), un filme que ni siquiera pudo levantar la belleza de Halle Berry
    MAREA ROJA
    Dark Tide (John Stockwell, Estados Unidos-Suráfrica, 2012)

    "Flojo thriller acuático que no aprovecha las enormes posibilidades de las locaciones surafricanas en una constante demostración de pereza narrativa e interpretativa."

    Hace unos meses nos despertábamos con la triste noticia del fatal ataque de un tiburón blanco al campeón sudafricano de bodyboarding, David Lilienfeld, en False Bay, Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Un desgraciado hecho cada vez más común en los océanos y mares de nuestro planeta – el pasado año el campeón francés de la misma disciplina, Mathieu Schiller, fue devorado por un tiburón tigre – . Algo que lejos de la fama que acompañan a los escualos es debido, primero, a una mayor presencia del ser humano en el agua con fines socio-recreativos y, segundo, a los diversos cambios en la fauna y flora marina producidos por la irresponsabilidad del hombre tanto en la pesca descontrolada como la alteración ambiental mediante vertidos químicos y residuos dañinos para el ecosistema. Una combinación que atrae a estos elegantes peces a aguas poco profundas aumentando la posibilidad de encuentro. Una casualidad que, además, parte de un error ya que el tiburón confunde al bañista como una de sus presas habituales. Tan solo el tiburón oceánico tiene gusto por la carne humana. Una paradoja que sigue provocando gran temor por estos misteriosos animales que han sobrevivido desde el periodo Jurásico.

    Todo lo relacionado con la reconocible y enigmática silueta del tiburón es objeto de culto, unaatracción que desemboca en numerosos turistas en los principales hábitats: Australia, Hawaii y Sudáfrica. Precisamente el turismo de inmersión marítima es el fondo de Dark Tide (2012), filme dirigido por John Stockwell estrenado directamente en el mercado doméstico estadounidense tras la decepción que supusieron los test previos. De poco valió que Halle Berry y Olivier Martínez formaran parte del plantel de intérpretes. Tras estos datos y con las expectativas en el lodo queda preguntarse si existe algún motivo para su visionado. La respuesta es contundente y negativa salvo por pequeños detalles que pudieran ser interesantes para un científico marino o zoólogo. Dark Tide es un telefilme que desborda desgana durante gran parte del metraje y que, sin la presencia de los dos actores reseñados, no sorprendería su presencia en la programación dominical de un canal autonómico.

    Carente de tensión, la cinta capitaneada por John Stockwell se sitúa dentro del drama más convencional. Una historia sobre un trauma pasado que tiene su eco en el presente es su base. Ya desde el comienzo se presentan todas las cartas de la baraja: realización mediocre, con un carrusel de planos poco trabajados; caracteres tópicos y sin vida; y, una trama predecible, cansina y repetitiva. Los momentos con los escualos o bien tienen carácter documental o bien en sus escasas violentas apariciones (con forma de efecto especial) no resultan creíbles gracias a un lastimosa falta de presupuesto. Si a todo esto le unimos parte de metraje añadido sin ningún sentido (como la escena con unos expoliadores de conchas en la noche) y la lánguida (y “culebrónica”) historia amorosa de los dos protagonistas, el resultado es la más absoluta desfachatez.

    Descartando cualquier aspecto técnico e interpretativo de Dark Tide tan sólo nos queda las evocadoras localizaciones surafricanas y, sobre todo, las secuencias desarrolladas en el ‘Callejón del tiburón’. No precisamente por la pericia de su director, este conjunto de escenas que unen una situación claustrofóbica con una fantasmagórica nocturnidad, extrapolan al ya aburrido espectador una sensación casi onírica. Los tiburones (Witdoodshaai en Afrikáans) más grandes del mundo escondidos en las sombras oceánicas a tan sólo unos centímetros pudieran formar parte del amplio catálogo de pesadillas que atormentan la mente humana. Desafortunadamente el tormento viene con una película que no se puede catalogar ni siquiera de ‘serie b’. Un culebrón en alta mar con un antiguo ‘Spectrum’ como mejor herramienta FX. Sin ser tampoco nada del otro jueves, puestos a recomendar quédense con el realismo de la australiana de The Reef (Andrew Traucki, 2010).

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    Lo Mejor: La sensacional ambientación de las escena nocturnas en el Callejón del tiburón.

    Lo Peor: En realidad es un drama ‘telefilmesco’ con diálogos esperpénticos e interpretaciones manidas.

    Puntuación: 3/10 CINE USA 2012/TERROR.

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    Ficha técnica:

    Estados Unidos-Sudáfrica, 2012. Título original: "Dark Tide". Director: John Stockwell. Productoras: Magnet Media Group / Magnet Media Productions / Magnet Media Productions. Presupuesto: 25.000.000 dólares. Localizaciones: Ciudad del Cabo, False Bay (Sudáfrica). Cámara: Aaton Penelope. Guión: Amy Sorlie, Ronnie Christensen. Música: Mark Sayfritz. Fotografía: Jean-François Hensgens. Intérpretes: Halle Berry, Olivier Martinez, Ralph Brown, Luke Tyler, Mark Elderkin y Thoko Ntshinga.

    Dark Tide Halle Berry
    Los únicos momentos valorables de Dark Tide transcurren en el "Callejón del tiburón"
    Póster:

    Dark Tide poster
    Póster de Dark Tide (John Stockwell, Estados Unidos, 2012)
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