
En cuanto a la calidad de las películas presentadas, es más que notable. El film que más revuelo ha creado, ha sido la cinta dirigida por el gallego Rodrigo Cortés e interpretada por Ryan Reynolds, Buried (Enterrado). La cinta se centra íntegramente en el personaje principal enterrado en un ataúd con un teléfono móvil casi sin batería y que debe negociar su rescate para ser liberado. La creación de Cortés ha sido todo un éxito, y Lionsgate será la distribuidora que ponga la película sobre el mapa. Otra producción que ha obtenido muy buenas críticas, es la ópera prima de Derek Cianfrance, Blue Valentine, protagonizado por Ryan

Las producciones sudamericanas, Contracorriente (Colombia-Perú) y la boliviana Zona Sur, tuvieron una muy buena acogida. La nominación al Óscar de La Teta Asustada, puede ser un filón que nos acerque al cine minorista sudamericano. En el apartado de mejor documental, dos han obtenido el beneplácito de la crítica: Gasland, y sobre todo, Waiting For Superman que ganó el premio del público. Otras obras que se presentaron y obtuvieron una crítica desigual, fueron Hesher, del que sólo se destacó la gran interpretación de Joseph Gordon-Levitt y el debut en la dirección de Mark Ruffalo, con Sympathy for Delicious. 117 películas en diez días de un festival, que sigue siendo una referencia para el cine americano independiente, y cuya trigésima edición fue un rotundo éxito tanto en calidad como económicamente.