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    Cine Alemán Siglo XXI

    Crítica | Jone, a veces

    || Críticas | ★★★★★ |
    Jone, a veces
    Sara Fantova
    Una mirada fresca y luminosa


    Leire Resano Toledo
    Pamplona |

    ficha técnica:
    Título original: Jone, Batzuetan. España, 2025. Dirección: Sara Fantova. Guión: Sara Fantova, Nuria Dunjó, Buria Martín Esteban. Dirección de fotografía: Andreu Ortoll. Sonido: Oriol Donat i Martos. Montaje: Oriol Milán. Dirección de arte: Erik Rodríguez Fernández. Producción: Sergi Casamitjana, Agustín Delgado, Diego H. Kataryniuk Di Costanzo, David Pérez Sañudo, Aintza Serra. Intérpretes: Olaia Aguayo, Ainhoa Artetxe, Josean Bengoetxea, Adrián Santos, Elorri Arrizabalaga, Otule Garai, Irantzu Pérez de Anuzita, Klaudia Erkiaga.

    Unas chicas subidas a unos andamios cuelgan unas lonas. Llueve. La escena nos sitúa en la semana grande de Bilbao. Otra escena, en la sala de espera de un centro de salud. Dos situaciones simultáneas con diferentes expectativas: una de alegría por la fiesta y el disfrutar de la juventud, la otra de preocupación por cuidar de seres queridos. Un choque entre la postadolescencia y la adultez en el momento más puro y crudo.

    En este coming of age, Sara Fantova nos adentra mediante una mirada realista y natural en la vida de Jone, una chica de veinte años que se enfrenta a la responsabilidad prematura de cuidar de su padre con párkinson y de su hermana pequeña, a la vez que intenta disfrutar de las fiestas con sus amigas y conocer a su nuevo interés amoroso, Olga.

    El uso de la luz y el foco en la mirada de la protagonista puede recordarnos a Los destellos (Pilar Palomero, 2024). Y, sin embargo, en la ópera prima de Fantova es posible identificar un sello propio, que viene marcado por su apertura a la hibridación: el rodaje espontáneo en las fiestas de Bilbao, los vídeos de archivo doméstico y una escena de realismo mágico ayudan a configurar el espíritu de la película. Es una obra en la que confluyen naturalismo y ductilidad, estructurada alrededor del viaje interno de la protagonista.

    Durante el rodaje, el equipo grabó en el chupinazo de la semana grande de Bilbao. Una apuesta arriesgada, pero que consigue aportar una gran autenticidad a los hechos, logrando adentrar al espectador en la fiesta. La realidad forma parte de la ficción y lo inesperado impregna la historia. Por ejemplo, decidieron filmar el pregón sin saber qué se iba a decir, en pos de una espontaneidad que da forma a la película.

    Otro factor que hace que la película tenga identidad propia es el montaje que, en ocasiones, se entrelaza con la voz en off del padre. Esto nos adentra en la relación padre-hija en paralelo. Por un lado, la voz de los diarios del padre cuando nació Jone, y por otro, Jone deambulando por la ciudad en fiestas intentando encajar la realidad de crecer. Para desembocar en una escena de realismo mágico en la que Jone parece encontrarse con su padre del pasado.

    Jone lo ve entre la gente y el instante se congela. Podría parecer que va en contra del mencionado naturalismo de la película, pero no es así porque el relato está a merced de Jone. Nos muestra todas las herramientas que la protagonista utiliza para entender y aceptar lo que le está tocando vivir.

    De primeras, la temática nos inclinaría al drama y los sentimientos tortuosos.. Pero no. Mediante planos luminosos, Fantova consigue mostrar una sensibilidad muy humana: no cae en el drama y desesperanza, sino que tiene un tono ligero que siempre respeta la gravedad de la situación. Un personaje clave que aligera el tono es la hermana pequeña, que representa la inocencia que Jone tuvo y que, desde que se hizo responsable de su padre, ya no puede permitirse.

    Con una voz muy propia, Fantova se enmarca en la nueva ola del cine español que hemos visto tomar forma en los últimos años, con cineastas como Pilar Palomero, Carla Simón y Celia Rico. Su cine explora historias impregnadas de realidad y toques autobiográficos desde una perspectiva honesta, pero a la vez desde el encuentro que guía a sus personajes. Así, lejos de mostrar una verdad descarnada, Fantova consigue encontrar la luz en medio de las complicaciones, por la vía de la aceptación y la apertura hacia el otro. ♦

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