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    Cine Alemán Siglo XXI

    Crítica | Agárralo como puedas (2025)

    || Críticas | ★★★☆☆
    Agárralo como puedas
    Akiva Schaffer
    Vuelve el slapstick clásico


    José Martín León
    Telde (Las Palmas) |

    ficha técnica:
    Estados Unidos, 2025. Título original: The Naked Gun. Dirección: Akiva Schaffer. Guion: Akiva Schaffer, Dan Gregor, Mark Hentemann, Doug Mand, Alec Sulkin, Jim Abrahams, David Zucker, Jerry Zucker (Historia: Seth MacFarlane). Producción: Erica Huggins, Seth MacFarlane, Doug Mand, Dan Gregor, Danny Bonacci. Productoras: Fuzzy Door Productions, Paramount Pictures. Fotografía: Brandon Trost. Música: Lorne Balfe. Montaje: Brian Scott Olds. Reparto: Liam Neeson, Pamela Anderson, Danny Huston, Paul Walter Hauser, Kevin Durand, CCH Pounder, Liza Coshy.

    Muchos echamos de menos aquella comedias absurdas, de corte paródico, que triunfaban en las décadas de los 70 y 80. Ningún clásico o éxito comercial de la época se libraba de ser parodiado en un subgénero que, primero Mel Brooks, y, más tarde, los ZAZ, llevaron a sus cotas a sus cotas más altas de popularidad. Con El jovencito Frankenstein (1974), maravilloso homenaje al clásico de James Whale, sobre la inmortal novela de Mary Shelley, Brooks consiguió un gran éxito y una de las comedias más redondas de la Historia del Cine. El western clásico –Sillas de montar calientes (1974)–, el cine mudo –La última locura (1976), las películas del mago del suspense, Alfred Hitchcock –Máxima ansiedad (1977)– o, incluso, la taquillera trilogía galáctica de George Lucas –La loca historia de las galaxias (1987)–, fueron algunos de los temas que el genial director supo versionar, en clave cómica, en su mejor etapa. Pero sería el trío ZAZ, conformado por Jim Abrahams y los hermanos David y Jerry Zucker, quienes darían la campanada con Aterriza como puedas (1980), la sensacional parodia de aquellas catástrofes aéreas que llenaron las salas de los cines en la década de los 70, a raíz del enorme éxito de Aeropuerto (George Seaton, 1970). Desde su estreno, todo un boom en taquilla, no es extraño encontrarla, con asiduidad, en las listas de las mejores comedias de todos los tiempos, algo de lo que no puede presumir su secuela, Aterriza como puedas 2 (Ken Finkleman, 1982), en la que no participaron los ZAZ (algo que se nota en unos gags bastante menos afortunados). El trío volvió a regalarnos otro título de culto como Top Secret! (1984), que parodiaba las películas de espionaje durante la Segunda Guerra Mundial, los musicales y El lago azul (Randal Kleiser, 1980), antes de apuntarse otro de sus mayores triunfos comerciales con Agárralo como puedas (1988). El germen de esta película proviene de una serie de los mismos creadores, Police Squad! (1982), que solo duró una temporada seis capítulos en la ABC. Un recorrido demasiado corto para una serie que se adelantó a su tiempo y que presentaba, por primera vez, al torpe teniente de policía Frank Drebin, interpretado por el mítico Leslie Nielsen en el que sería el personaje más icónico –por mucho que fuese el protagonista de un clásico de la ciencia ficción como Planeta prohibido (Fred M. Wilcox, 1956)– de su carrera.

    Las desventuras de Drebin, sembrando el caos allá por donde pasaba, funcionó de maravilla en su traslación a la gran pantalla, siendo el inicio de una trilogía que mantuvo un buen nivel en sus continuaciones –imposible no recordar con una sonrisa momentos tan desternillantes como el del bar deprimente de Agárralo como puedas 2 1/2: El aroma del miedo (David Zucker, 1991) o la descacharrante ceremonia de los Oscars de Agárralo como puedas 33 1/3: El insulto final (Peter Segal, 1994)–. En las tres cintas, Nielsen contó con el perfecto acompañamiento de Priscilla Presley, George Kennedy y el luego polémico O.J. Simpson, cuyo personaje será recordado por sufrir en sus carnes todo tipo de disparatados "accidentes". Por desgracia, el subgénero empezaría a sufrir un pronunciado desgaste en las décadas siguientes. Las nuevas parodias de Mel Brooks, durante los 90, no tenían la chispa de antaño, aunque a Jim Abrahams todavía le dio tiempo de dirigir un simpático díptico como el de Hot Shots!, con Charlie Sheen riéndose de éxitos de acción como Top Gun (Tony Scott, 1984) o Rambo 2 (George P. Cosmatos, 1985), antes de que Scary Movie (Keenen Ivory Wayans, 2000) –no tanto ella (aún bastante divertida), como sus secuelas y diferentes sucedáneos que vinieron después– hiriese de muerte a las conocidas como "spoof movies", haciendo gala de un humor mucho más zafio y poco inteligente, si cabe. Por ello, Paramount Pictures se la ha jugado muchísimo resucitando el espíritu de la saga de Frank Drebin con el reboot Agárralo como puedas (2025), encomendado al director de Chip y Chop: Los guardianes rescatadores (2022), Akiva Schaffer. La historia, escrita por Seth MacFarlane –creador de gamberradas como Padre de familia o American Dad–, sigue las andanzas de Frank Drebin Jr., tan patoso o más que su difunto padre, embarcado, en esta primera aventura, en la investigación de un caso de accidente mortal que podría ser un asesinato encubierto, que le lleva hasta un poderoso magnate tecnológico que está tramando un delirante plan para dominar el planeta.

    Se agradece que, tanto en lo visual, como en el tono, esta nueva entrega sea extraordinariamente fiel a la trilogía original, no temiendo resultar anticuada por ello. Como en aquellas, la voz en off de Drebin contando cómo comienza un nuevo día en su trabajo, abre una película que, en lo estético, remite a aquellas cintas de detectives clásicas en las que no puede faltar la femme fatale de turno. El éxito de la empresa también dependía en saber elegir al actor que relevaría a Leslie Nielsen, quien había dejado el listón demasiado alto, y sorprende que sea Liam Neeson el encargado de recoger el testigo. Un actor que había ganado todo el prestigio con papeles como los de La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993) o Michael Collins (Neil Jordan, 1996), pero que, en su madurez, se especializó en cine de acción, después de su éxito en Venganza (Pierre Morel, 2008), y que no contaba con demasiada experiencia en la comedia –si acaso, como villano de Mil maneras de morder el polvo (Seth MacFarlane, 2014)–. Sorprendentemente, Neeson está graciosísimo como el hijo de Drebin, demostrando una capacidad gestual y para la comedia física tremendas, al mismo tiempo que se ríe de los personajes de héroe de acción que lleva interpretando las últimas dos décadas, a través de algunas peleas divertidísimas. Junto a él, una Pamela Anderson que vive su mejor momento profesional desde que interpretara a la Roxie de Chicago sobre las tablas de Broadway y viese como su actuación dramática en The Last Showgirl (Gia Coppola, 2014) fue unánimemente aplaudida por la crítica, siendo candidata a un Globo de Oro. La antigua vigilante de la playa, sex symbol de los 90 y (hasta hace poco) denostada actriz, vuelve a callar bocas, entregando una interpretación cómica absolutamente chispeante. Anderson, a la que habíamos visto interpretar a la Mujer Invisible de Superhero Movie (Craig Mazin, 2008), luce sexy y divertidísima –atención al momento, ya icónico, en el que se lanza a cantar jazz–, relevando a Priscilla Presley como la chica de la saga, y su química con Neeson es, de lejos, lo más sobresaliente de la función. Ambos están fantásticos.

    El filme de Schaffer sigue bien la tradición de los ZAZ y apuesta por el humor más absurdo, los diálogos con dobles sentidos (no excesivamente sutiles), golpes y caídas imposibles y constantes gags visuales (unos con mayor fortuna que otros). Hay que reconocer que el bombardeo de chistes no es tan constante como en la cinta de 1988 o sus dos secuelas, en los que podían sucederse varias situaciones cómicas al mismo tiempo, en un mismo plano. Sin embargo, la mayoría de las gracias funcionan razonablemente bien –la grabación de la indisposición intestinal de Frank no tiene desperdicio alguno–, llegando a alcanzar unas cotas de locura apoteósicas cuando los guionistas apustan por lo delirante –la escapada romántica de los protagonistas, al son de Nothing's Gonna Stop Us Now, con muñeco de nieve y escena de sexo bizarra; el momento búho, como particular homenaje al Frank Drebin original–. Los villanos de la función están a la altura (Danny Huston y Kevin Durand se lo pasan en grande) y los chistes que más risas arrancan son aquellos que más mala baba tienen –las referencias a Bill Cosby o a O.J. Simpson, tronchantes–, aunque la cinta, por desgracia, no cae en lo políticamente incorrecto todo lo que cabría esperar, resultando bastante más descafeinada, en este sentido, que sus modelos originales. Aun así, la nueva Agárralo como puedas merece ser celebrada como un más que honorable regreso al slapstick clásico, una forma de hacer humor que estaba en desuso y que nunca se debió haber perdido, ya que nos ha regalado muchas risas en sus mejores tiempos. No es perfecta, pero sí muy divertida. Su combinación de humor ridículo, romance y misterio es un cóctel delicioso que sabe jugar con inteligencia la baza de la nostalgia, ofreciendo referencias y algún fugaz cameo que serán muy celebrados por los fans de la trilogía, al tiempo que introduce elementos más actuales que la acercan a las nuevas generaciones de espectadores –los peligros de las nuevas tecnologías, esos coches de última generación convertidos en trampas mortales–. La taquilla está funcionando muy bien (el presupuesto tampoco era alto, algo que ayuda a su rentabilidad) por lo que es muy probable que volvamos a tener a Liam y a Pamela viviendo nuevas locuras, ya sean con muñeco de nieve o sin él. ♦


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