|| Festivales
Inédito de Mérida 2024
Anotaciones sobre la 19ª edición
Emilio M. Luna
cabecera: El jockey,
Luis Ortega, Argentina.
Luis Ortega, Argentina.
Hay películas devenidas espacios habitables para la cinefilia y también hay festivales que se erigen en hogares. En ese sentido, el Festival de Cine Inédito de Mérida lo es para la cinefilia extremeña. Cerca de cumplir 20 años, el Inédito emeritense sigue fiel a su compromiso con la proyección de cine de autor en una región sin apenas salas comerciales que le dediquen espacio a la producción de bajo presupuesto. El evento dirigido por Ángel Briz Hernández y programado por David Garrido Bazán, cuya 19ª edición comienza hoy, ha mantenido idiosincrasia en sus diferentes etapas; lo ha hecho pese al insuficiente apoyo institucional –seguimos esperando el uso fílmico de su remodelado teatro-cine María Luisa– y al corsé burocrático para eventos no profesionales en Extremadura. Pese a la adversidad, el Inédito se ha mantenido con solidez como el reducto de los cinéfilos de la capital extremeña. Y una buena muestra de salud es su poderosa parrilla.
Como viene siendo habitual, el festival conjuga música y cine, en este caso en formato documental, para inaugurar una nueva entrega. La guitarra flamenca de Yerai Cortés, primer trabajo del músico e intérprete C. Tangana que será el encargado de abrir una edición en la que veremos propuestas como A different man, de Aaron Schimberg, producto A24 protagonizado por Sebastian Stan que se presentó en Sundance; Emilia Pérez, de Jacques Audiard, musical intergéneros convertido en uno de los títulos del año tras su proyección en la sección oficial del Festival de Cannes; La marsellesa de los borrachos, Pablo Gil Rituerto, documental sobre memoria histórica que pasó por Seminci; Black dog, del chino Guan Hu, película ganadora de la sección Un Certain Regard del mentado evento cannoise; El jockey, séptimo largometraje del argentino Luis Ortega que repite los patrones de su anterior filme (El ángel): surrealismo pop para darle una nueva vuelta al género del thriller; Mi postre favorito, de Maryam Moghaddam y Behtash Sanaeeha, uno de los dramas románticos más emotivos del curso; y Memorias de un caracol, de Adam Elliot, preciosa cinta de animación que consiguió el máximo galardón en la meca del formato, el Festival de Annecy. Junto a este octeto, habrá un filme sorpresa y la proyección del cortometraje O estado de alma, de Sara Naves, una producción con el sello de The Glow que representa a la región en el festival más importante de Extremadura.
▼ A different man, Memorias de un caracol