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A Ermanno Olmi le adoran los festivales europeos. Así lo prueban la Mención Especial de San Sebastián por La circunstancia (1973), la Palma de Oro de Cannes por El árbol de los zuecos (1978), el León de Oro de Venecia por La leyenda del santo bebedor (1978) y el Leopardo de Honor que le fue otorgado en Locarno en 2004. Sólo le falta triunfar en la Berlinale, a la que acude este año con el drama bélico Volverán los prados (Torneranno i prati). Sin embargo, no participa en la Sección Oficial, sino en la Berlinale special, que hoy ha acogido su primer pase. Protagonizada por Claudio Santamaria, Alessandro Sperduti, Francesco Formichetti, Andrea Di Maria, Camillo Grassi y Niccolò Senni, la cinta nos invita a pasar una noche de turbadora calma y claustrofóbica desconfianza en el frente noreste a finales de la I Guerra Mundial. Apoyada en una fotografía tan sombría que se aproxima al blanco y negro, Volverán los prados nos sitúa en el limbo entre la paz y la muerte | Juan Roures.
