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    La chica que sanaba
    Cine Alemán Siglo XXI

    RED STATE (KEVIN SMITH, 2011)

    Red State still
    Red State, cambio de género de Kevin Smith premiado en la pasada edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges
    MUCHO RUIDO…

    Supe de la existencia de Kevin Smith hace ya algún tiempo, cuando éste se ganó a parte del público friki con su archiconocida saga de Nueva Jersey, que le regaló inesperados éxitos como el de Clerks (una peli con la que Smith recibió buenas críticas dentro y fuera del circuito independiente, cuyo epicentro se halla en Sundance) y posteriores idas de olla tituladas Mallrats y Dogma. Con esta primera, demostró que podía sacar petróleo de una puesta en escena sucia y realista, con dos tíos hablando de chorradas y abriendo debates acerca de sus pelis favoritas, sabedores de que su verborrea cachonda y repleta de exabruptos hacía las delicias de muchos espectadores que rápidamente encontraron en el director un espejo en el que verse reflejados, una especie de oasis en donde sacar a relucir sus frustraciones –tanto sexuales como metafísicas– y hacer gala de una vasta cultura pop fruto de las apasionantes lecturas de cómics y fanzines.

    En demasiadas –o no, ahora no sabría decir– ocasiones he leído y escuchado que un narrador de historias debe escribir sobre lo que conoce, que no hay mayor señal de madurez y humildad que trazar en ese papel el mundo vivido y absorbido a lo largo de todos esos años de aventuras, alegrías y sufrimiento. En ese aspecto, la obra de Kevin Smith es irreprochable: guste o no, se limita a construir historias sencillas y totalmente accesibles para el espectador medio. Asimismo, los diálogos son –ya no tanto– rifles en su imaginativa mente, puesto que esas tramas del día a día de unos perdedores consisten en largas escenas que implosionan y embadurnan de fluidos el relato. Hace unos meses, anunció que dejaba definitivamente el cine, que tras acabar la postproducción de su última peli, un homenaje al mundo del hockey sobre hielo, colgaría las botas para siempre. Conociendo a Smith, podía tratarse de algún tipo de autocampaña para recaudar más dinero con Red State, que aparentemente será su penúltimo trabajo como director. Sin embargo, esa misma semana leí una entrevista en la que aclaraba que no era ninguna broma sino el resultado de una decisión bastante meditada. “El cineasta de la era grunge manda su carrera a paseo”, rezaba el titular del reportaje de Rolling Stone. En él, Kevin Smith mostraba –a pesar de la marihuana– una sensatez meridiana, sin ápice de histrionismo o impostura. “Estoy agotado de intentar demostrar una y otra vez que puedo hacer bien algo en lo que no soy bueno, así que lo dejo, adiós al cine”.

    Michael Parks Red State
    Michael Parks es el gran valor de Red State, cinta que ha pasado de puntillas en su estreno americano
    Si tú lo dices... Sea como fuere, ese anuncio llegó al mismo tiempo que la promoción de Red State, cinta cuya sinopsis define como un intenso thriller sobre el radicalismo religioso que late fuertemente arraigado en gran parte de los Estados Unidos. Porque la América profunda no es solo un concepto geopolítico sino una filosofía. Y el Medio Oeste no es ajeno a los focos de ese fundamentalismo cristiano que obedece a la voz divina del Todopoderoso, cuyo principal vehículo son unos chiflados que obedecen a un líder (aquí interpretado por Michael Parks) aún más demente que habla de borrar de la faz de la tierra a los homosexuales, a los pecadores y libertinos, a los monstruos que desatan la lujuria y la enfermedad. Y ese tío posee un arsenal bajo la Cruz. Sus hijos le aplauden y le siguen en su particular cruzada contra el demonio, mientras escuchan un sermón pavorosamente recitado, que haría temblar al mismísimo Hitler. Una de sus hijas, interpretada por una violenta y psicótica Melissa Leo, ha conducido a una trampa a tres chavales que buscaban algo tan básico como probar su cuerpo desnudo. Entretanto, un pequeño destacamento del FBI –a cargo de John Goodman– se presenta en la casa/capilla después de recibir un aviso. Y lógicamente, se arma la de Dios (nunca mejor dicho) y Johnny coge su fusil y, de repente, las expectativas que teníamos de estar ante una historia con numerosos recovecos, tal vez opuesta en su lenguaje a otras películas del cineasta, se desinflan como un globo.

    Kevin Smith –responsable también del guión– suscribe sus palabras: jamás filmará una gran obra, ya que su visión bizarra de los acontecimientos choca de bruces con la seriedad que precisa un guión sólido, bien escrito, cuyos diálogos no caminen en círculos, ni abusen de la retórica del caca–pedo–culo–pis. La gravedad de dos actorazos como John Goodman y Melissa Leo queda sepultada bajo una torpeza y una fatuidad abrumadoras.

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    Imdb Red StatePor Juan José Ontiveros

    Leo, escribo, a veces pienso.
    El cine es totalmente subjetivo.
    Decía Hitchcock que "son 400 butacas que llenar".
    En esas butacas, además, puedes ver clásicos como Johnny Guitar.

    Edición por Emilio Luna
    Special Message from Johnny Lang

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    Póster:

    Red State poster
    Póster de Red State (Kevin Smith, Estados Unidos, 2011)
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