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    GAME OF THRONES: THE NIGHT LANDS

    Estandarte de la casa Stark en las proximidades de Winterfell
    Si el primer episodio terminaba con una breve aparición de la menor de los Stark, el segundo capítulo “The Night Lands” parte con Arya como primera protagonista. La joven noble se oculta en una caravana de futuros aspirantes a vestirse con el hábito negro de la Guardia del Muro. Malhechores, proscritos y algún bastardo como compañía camino a Winterfell, su hogar, aparentando ser un chico como “modus vivendi”. Arya Stark jugará un papel clave en el futuro de la trama de George R.R. Martin, la presencia en el mismo destacamento de Gendry consolida aún más dicha importancia.

    Algo que también ocurre con la primera aparición de Jaqen H’Ghar (Tom Wlaschiha), que marcha encarcelado con los especímenes más peligrosos del grupo. Un personaje lleno de misterio que provoca la pregunta de si su papel será de especial relevancia a partir de ahora. Esta primera parte del capítulo culmina con un tenso encontronazo entre la Guardia Real, que busca a Gendry, y el reclutador del Norte, Joren.

    Mientras, en la ciudad principal Lord Varys (Conleth Hill), uno de los personajes más representativos de Canción de hielo y fuego, deja su carta de presentación en las estancias de Tyrion Lannister. “Ned Stark es un hombre de honor, yo no lo soy” reza la Mano del Rey ante las aseveraciones del despiadado eunuco. Grandes diálogos y cierta sensación de calma acompañan los primeros compases de este capítulo (y de la segunda temporada); algo que ocurría también en el primero. Es la solidificación de la estructura narrativa. Unir todos los eslabones antes de tirar de la cadena por completo.

    Breves pasos por territorio Dothraki – con el fallido intento de uno de los exploradores de Khaleesi – hace de prólogo al primer gran momento del capítulo: la llegada de Theon Greyjoy a su tierra, la Isla de Pyke. Localizaciones maravillosas y una fotografía espectacular encumbran a un segmento excelente que retrata el espíritu de los Greyjoy (y también el del propio Theon). Un interesante giro de los acontecimientos que pone contra las cuerdas a Robb Stark, al que el foco no alumbra, tanto en este como en el tercer episodio.

    Ros, Esmé Bianco, Game of Thrones
    El papel de Ros es uno de los aspectos a determinar en esta segunda temporada de Juego de tronos
    De unas escenas de primer a nivel a otras gratuitas como las representadas en el burdel por Peter Baylish. Innecesaria y arrítmica carece de sentido. al igual que el protagonismo, aún por determinar, de la prostituta estrella de la serie: Ros (Esmé Bianco). Como si de una montaña rusa se tratara, y con el mismo lugar de escenario, excelente estrategia de Tyrion para desenmascarar a los fieles del poder Lannister. La primera víctima, el líder de la Guardia, Janos Slynt, desterrado al Muro. Puesto que queda libre y que ocupará el bravo y divertido Bronn (Jerome Flynn).

    Davos Seaworth, Salladhor Shan & Mattos Seaworth en The Night Lands (Game of Thrones, HBO)
    El resto del episodio, dirigido de nuevo por Tim Van Patten, marcha a alta celeridad en su tramo final con pequeñas gotas de Arya Stark y Gendry; Davos Seaworth y el pirata Sallador Shan; y, Stannis Baratheon y Melisandre. Pequeñas piezas que se antojarán significativas en el futuro. El final del capítulo, inmejorable, nos devuelve al Norte del Muro y el terrible secreto que allí acecha sobre los neonatos varones de la comuna de Cruster. Con Jon Snow entre los árboles concluye un segundo episodio irregular, con interesantes momentos, que busca cimentar soluciones narrativas posteriores.

    VALORACIÓN: 75/100 CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO
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