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    La chica que sanaba
    Cine Alemán Siglo XXI

    Tras la pista del ausente

    crítica de El misterio de la felicidad | dirigida por Daniel Burman, 2013 | ★★★

    Definitivamente, el dinero no trae la felicidad. Esta podría ser una de las varias moralejas que se podrían extraer de la historia que nos ocupa. A Santiago y Eugenio les une mucho más que su relación de socios en un próspero negocio de electrodomésticos, ya que han sido amigos íntimos desde los tiempos de la secundaria. La simbiosis entre ambos, casi sin palabras, es tal, que pudiera parecer que la vida diaria de uno sin el otro no tendría el mismo sentido. Esta idílica rutina se rompe cuando, de la noche a la mañana, Eugenio desaparece sin dejar rastro. Santiago ni se plantea que su media naranja laboral y amistosa se haya podido largar por su propia voluntad, ya que, a su parecer, tenían todo en la vida para ser plenamente felices. En el caso de Eugenio, incluso, compartía matrimonio con Laura, una bella mujer que renunció a sus estudios e independencia económica por vivir a su sombra. Santiago y Laura no saben cómo continuar sus existencias tras esta ausencia, por lo que se unen en una búsqueda de respuestas que les lleva a romper, poco a poco, el cordón umbilical de dependencia que les amarraba a Santiago. Esta es la idea argumental sobre la que se edifica El misterio de la felicidad (2013), todo un fenómeno comercial en Argentina, donde fue la película más taquillera durante los seis primeros meses del año. Viene abalada por la buena mano de su director, Daniel Burman, para retratar sentimientos con un tono de humor, a veces, cercano a la psicología del mismísimo Woody Allen. Fue el caso de su obra más laureada, El abrazo partido (2003) –que también hablaba de un hombre que abandonaba a su familia, anteponiendo sus ideales– o de El nido vacío, en donde encontramos otra historia de redescubrimiento del amor en la madurez. El misterio de la felicidad vuelve sobre temas y caminos ya transitados por el realizador para ofrecernos una tierna y, a ratos, divertida reflexión sobre la necesidad que cada individuo tiene de encontrar la felicidad en la vida, aun cuando tenga que renunciar a todo lo que tiene por empezar de cero.

    La secuencia inicial de la película, estupenda en su exageración, muestran el día a día cotidiano de la pareja Santiago-Eugenio, cómo llegan por la mañana al trabajo en sus coches idénticos, van a comer al mismo restaurante –pagando la cuenta a medias–, comparten partido de paddle junto a otros amigos o acuden a la hípica a apostar en las carreras de caballos. Cada movimiento y gesto de ambos hombres está simétricamente coordinado –hasta el punto de ir al baño al mismo tiempo–, lo que hace sospechar que nos vamos a encontrar con una comedia con su punto disparatado. Falsa alarma. La inmediata salida de la ecuación del personaje de Eugenio, en cuya mirada de atisbaba un aire de insatisfacción que sí contrastaba con la sonrisa de oreja a oreja de Santiago, facilita el choque de trenes que supone el encuentro entre éste último y Laura, ambos competidores por ser el que más conocía los entresijos de la mente y el corazón del desaparecido. La película toma unos derroteros de investigación “de andar por casa” al estilo de la inolvidable Misterioso asesinato en Manhattan (Woody Allen, 1993), donde unos formidables Diane Keaton y Woody Allen le ponían un poco de sal a su monótona vida conyugal, ejerciendo de improvisados detectives de un posible crimen. De igual modo, Santiago y Laura visitan locales de bailes o casas de masajes frecuentados por Eugenio, buscando alguna pista que les pueda conducir a su paradero, en una narración algo lineal y sin demasiado espacio para la sorpresa, únicamente sostenida por el buen hacer de sus actores. El habitualmente cómico Guillermo Francella sale más que airoso de un papel cercano al drama, ese Santiago que parece casi dibujado a la medida de alguien con la versatilidad de Ricardo Darín, pero si alguien se adueña de la pantalla, aportando los diálogos más divertidos y chispeantes de la cinta, esa sería Ines Estévez. La actriz realiza una afortunadísima creación en su papel de esposa estafada sentimentalmente, abandonada, adicta a las pastillas –que se toma por colores, sin mirar para qué van destinadas– y de verborrea incontenible. Su Laura va destapando sus capas conforme avanza la historia, transformándose en una seductora y tierna nueva mujer dispuesta a recuperar los años perdidos.

    por José Martín León
    agosto 31, 2014

    Crítica | El misterio de la felicidad

    por José Martín León | agosto 31, 2014
    Trash, de Stephen Daldry

    Tras unos comienzos destacados que le reportarían hasta tres nominaciones consecutivas a la Mejor Película en los Premios de la Academia de Hollywood (Billy Elliot —2000—, The Hours —2002—, El lector —2008—), el director Stephen Daldry regresa tras ese pequeño fiasco artistico —pese a que también logró la mención— de Tan fuerte, tan cerca (2011) dispuesto a recuperar los aciertos de sus primeros trabajos. Y lo hace contando de nuevo con una interprete en ascenso, y de probado talento, como Rooney Mara. La dirección de actores siempre ha sido uno de los puntos fuertes de Daldry y su nueva obra no iba a ser menos. Trash (2014) es la adaptación de una novela del mismo nombre escrita por Andy Mulligan alrededor de tres chicos brasileños que sobreviven entre montañas de desechos y que un día descubren, por casualidad, una bolsa con varios millones dentro. El guión corre a cargo de Richard Curtis, afamado director de Love Actually (2004). La película ya tiene fecha de estreno confirmada en gran parte de los países europeos, incluida España. Bélgica o Francia podrán disfrutarla el 12 de noviembre de este año; y otros como España, Alemania y Países Bajos, el 28 del mismo mes. Mientras tanto Inglaterra tendrá esperar hasta el 30 de enero del 2015.


    por Redacción EAM
    agosto 29, 2014

    Tráiler de Trash, ladrones de esperanza, de Stephen Daldry

    por Redacción EAM | agosto 29, 2014
    The Connection

    Jean Dujardin interrumpe, momentáneamente, su repetido affair con Hollywood para volver al cine de su país. Tras la fallida The Monuments Men (2013), y la aún más cuestionable The Search (2014), el actor francés se convierte en la cabeza de cartel del drama criminal The Connection (La French, 2014). Tomando como base el clásico del 71 dirigido por William Friedkin, el director Cédric Jimenez ofrece la visión europea sobre la caída del imperio de la droga más fuerte del país a lo largo de seis años de investigación. Toronto supondrá su estreno a nivel internacional, con fecha de exhibición el día 10 de septiembre, dentro de la sección oficial del certamen.


    por Redacción EAM
    agosto 29, 2014

    Tráiler de The Connection, de Cédric Jiménez

    por Redacción EAM | agosto 29, 2014

    Los directores de Intocable (2011) regresan a la primera plana tras el sonado éxito de ésta —nada más y nada menos que 425 millones de dólares recaudados a nivel mundial— con Samba (2014). De inminente estreno en el Festival de Cine Internacional de Toronto, Eric Toledano y Olivier Nakache siguen con el retrato social contando la lucha de un inmigrante francés, de nuevo con Omar Sy en el papel protagonista, por quedarse en el país con ayuda de una trabajadora social interpretada por la otrora musa de Lars von Trier, Charlotte Gainsbourg. El 7 de septiembre tendrá lugar su presentación mundial en el TIFF. Además, Samba cerrará la 62ª edición del Festival de San Sebastián.


    por Redacción EAM
    agosto 29, 2014

    Tráiler de Samba, dirigida por Olivier Nakache y Eric Toledano

    por Redacción EAM | agosto 29, 2014
    Jauja, de Lisandro Alonso

    Va a ser muy complicado atender a todas las propuestas de la próxima edición del Festival San Sebastián. Cada anuncio de la organización porta una serie de filmes más que sugerentes que completan una programación de autentico lujo. Es también el caso de Horizontes Latinos; 14 películas donde Argentina es la auténtica reina de un carnaval lleno de aciertos. Berlín (La tercera orilla, Praia do futuro, Ciencias naturales, Güeros), Sundance (Matar a un hombre), Locarno (Ventos de agosto, La princesa de Francia), Cannes (Jauja)... todos los grandes festivales estarán representados. Los Horizontes de Donostia han compilado lo mejor el cine iberoamericano de la cosecha 2014. Si hablábamos que Perlas era la contraprogramación por excelencia, este apartado no le va a la zaga. Recordar que el Festival de San Sebastián se desarrollará del 19 al 27 de septiembre y que allí estará EAM con Gonzalo Hernández (recién llegado de Toronto) y, un servidor, Emilio Luna.

    Casa grande, de Fellipe Barbosa (Brasil)
    Ciencias Naturales, de Matías Lucchesi (Argentina)
    Dos disparos, de Martín Rejtman (Argentina-Chile)
    Gente de bien, de Franco Lolli (Francia-Colombia)
    Güeros, de Alonso RuizPalacios (México)
    Historia del miedo, de Benjamín Naishtat (Argentina)
    Jauja, de Lisandro Alonso (Argentina)
    La princesa de Francía, de Matías Piñeiro (Argentina)
    La salada, de Juan Martín Hsu (Argentina)
    La tercera orilla, de Celina Murga (Argentina)
    Matar a un hombre, de Alejandro Fernández Almendras (Chile)
    Praia do futuro, de Karim Ainouz (Brasil)
    Refugiado, de Diego Lerman (Argentina)
    Ventos de agosto, de Gabriel Mascaro (Brasil)


    por Emilio Luna
    agosto 29, 2014

    San Sebastián 2014 | Horizontes Latinos. Argentina copa la selección

    por Emilio Luna | agosto 29, 2014

    Oppenheimer golpea dos veces

    Crónica de la segunda jornada de la 71ª edición de la Mostra de Venecia

    Ha comenzado bien la 71ª edición de la Mostra. Con el regusto agradable que dejó Alejandro González Iñárritu –hoy se habla de Óscar para Michael Keaton— ayer comenzaba la competición en el Lido. Y lo hizo de forma notable. Dentro de un panorama bastante ecléctico donde tenían cabida un documental, una comedia costumbrista y un drama persa, el resultado fue más satisfactorio. Primer punto para un Alberto Barbera en el entredicho. El primer golpetazo, y menudo, lo pegó Joshua Oppenheimer, realizador estadounidense afincado en Dinamarca, que el año pasado despuntó con el sensacional documental The Act of Killing y que este curso presenta su continuación: The Look of Silence. Le siguió la película que más dividió a lo largo del día: La rançon de la gloire, el debut en la comedia de Xavier Beauvois. Y, para finalizar, ración de cine iraní con Tales, que dejó las primeras grandes interpretaciones en la capital del Véneto y un par de escenas para el recuerdo. Estas fueron las impresiones de las protagonistas de ayer en la Mostra.

    por Emilio Luna
    agosto 29, 2014

    Mostra de Venecia 2014 | Segunda jornada

    por Emilio Luna | agosto 29, 2014
    Deauville

    Del 5 (con la proyección de Magic in the Moonlight, de Woody Allen) al 14 de septiembre se celebrará la 40ª edición del Festival de Cine Americano de Deauville, todo un clásico del noveno mes que en los últimos años ha cobrado relevancia. Todo gracias a su máximo galardón, que siempre ha estado unido al protagonismo en la temporada de premios. Ganadoras como Crash (2005), Pequeña Miss Sunshine (2006), Take Shelter (2011) o Bestias del sur salvaje (2012) así lo remarcan. Como ocurriera con la pasada entrega —donde el Grand Prix fue a parar a Night Moves—, este año parece que esa consonancia será más complicada. Tan sólo Whiplash, la ganadora en Sundance, parece tener alguna opción de llamar la atención en una campaña que ya calienta motores. Nosotros volveremos con el palmarés y resumen. A continuación, la selección.

    COMPETICIÓN


    A Girl Walks Home Alone at Night, de Ana Lily Amirpour
    The Better Angels, de A.J. Edwards
    The Good lie, de Philippe Falardeau
    I Origins, de Mike Cahill
    It Follows, de David Robert Mitchell
    Jamie Marks is Dead, de Carter Smith
    Cold in July, de Jim Mickle
    Love is Strange, de Ira Sachs
    Things People Do, de Saar Klein
    A Most Wanted Men, de Anton Corbijn
    Uncertain Times, de Nathan Silver
    War Story, de Mark Jackson
    Whiplash, de Damien Chazelle

    PREMIERES


    Alex of Venice, de Chris Messina
    Avant d’aller dormir, de Rowan Joffe
    Les Boxtrolls, de Graham Annable y Anthony Stacchi
    Camp X-Ray, de Peter Sattler
    Chef, de Jon Favreau
    Deepsea Challenge 3D, de John Bruno, Ray Quint y Andrew Wight
    The Disappearance of Eleanor Rigby: Them, de Ned Benson
    Get on up, de Tate Taylor
    Infinitely Polar Bear, de Maya Forbes
    Land Ho!, de Martha Stephens y Aaron Katz
    Anchorman 2, de Adam McKay
    Magic in the Moonlight, de Woody Allen
    The Hundred-Foot Journey, de Lasse Hallström


    Deauville 2014 poster
    por Emilio Luna
    agosto 29, 2014

    Deauville 2014 | Programación oficial

    por Emilio Luna | agosto 29, 2014
    Hayao Miyazaki

    Ayer se anunciaron los destinatarios del Óscar honorífico. Hayao Miyazaki, Maureen O’Hara, Jean-Claude Carrière y Harold George Belafonte serán homenajeados el 8 de noviembre en la gala de los Óscar técnicos y creativos (una celebración que se separó hace cuatro años del Big Show con el motivo de aligerar la gala) que la Academia concede desde 1931. Especialmente emocionante resulta la elección de los dos primeros. El gran maestro nipón anunció su retirada justo hace un año y la pelirroja actriz es uno los pocos símbolos vivientes de la Edad Dorada de Hollywood. Sendos aplausos serán una reverencia a iconos que han logrado la excelencia en el séptimo arte.

    Hayao Miyazaki (Tokio, Japón, 1941). Hollywood no podía ser ajeno a la despedida de uno de los grandes mitos del cine asiático y de animación. Un maestro que ha moldeado las infancias de numerosas generaciones desde 1968 cuando creó al personaje Lupin III para la televisión nipona. Precisamente, en el pequeño formato llegaron referentes populares como Heidi, Marco y Ana de las tejas verdes. Todo a través de su estudio, Ghibli, convertido, junto a su creador, en todo un símbolo. El legado de Miyazaki, en cuanto a largometraje se refiere, deja obras maestras como El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke, Mi vecino Totoro, El castillo ambulante y Ponyo en el acantilado. El año pasado presentó su última cinta: El viento se levanta, todo un homenaje a esos creadores que, de la nada, consiguieron hacer soñar a los más pequeños (y a muchos grandes). Miyazaki obtuvo el Óscar en 2002 por El viaje de Chihiro. Estuvo nominado en dos ocasiones más, con las citadas El castillo ambulante (en 2005) y El viento se levanta (en 2014).

    por Emilio Luna
    agosto 29, 2014

    Oscars 2015 | Hayao Miyazaki, Maureen O’Hara, Jean-Claude Carrière y Harold George Belafonte recibirán los Óscar honoríficos

    por Emilio Luna | agosto 29, 2014
    El niño

    El peón que anhelaba ser 'Il capo di tutti Cádiz'

    crítica de El niño | dirigida por Daniel Monzón. 2014 | ★★★

    Manténganse sobre aviso: hay en el cine, y en la vida en general, una inclinación perniciosa a discriminar entre corrupción "buena" y corrupción "mala"; como si infringir la ley sólo fuese incorrecto cuando el infractor con i mayúscula es económicamente boyante. Como si esa desgracia sin paliativos llamada pobreza le autorizara (sí, ¿por qué no?) a uno a divorciarse del jefe y de la mujer al mismo tiempo, creando grupo en Whatsapp; y a salir, ya recluida la tarde, en esas horas que preceden al fin de todo, a tu balcón pegando tiros con una escopeta y un puro de utilería y un maletín rebosante de billetes purpúreos. Ni siquiera es necesario ser "pordiosero" para mandarlo todo al carajo y tirar pa'l monte con vete tú a saber qué ideas: una entelequia, quizá, derrocar el bipartidismo, a lo mejor. Descuiden: no entraré en detalles. Me pagan a partir del segundo párrafo, y los hay (lectores) con prisa. La corrupción, en fin, se extiende como la metástasis en un cine grande y en una España cada vez más disfuncional. País que, por si aún no lo sabían, hace frontera al sur con un continente descaradamente rico pero lleno de pobres a causa de muchas, demasiadas cosas; entre ellas la corrupción, que allí adquiere tintes pandémicos. ¿Les suena? La corrupción, como los kilos sobrantes, rasga vestiduras en áreas desfavorecidas y desfavorecedoras, siempre para favorecer las zonas más favorecidas: puertos de lujo donde atracan yates multimillonarios, académicos resorts a donde ir con la barriga y la mente colmadas, urbanizaciones que proliferan sólo hacia un hermetismo clasista, opulencia a la sombra de un arrabal tan intransitable como invisible, donde camellos por principio y mulas solitarias viven un Vietnam a escala, sin consuelo y participando de la corrupción que todo lo ve, todo lo quiere, todo lo engulle.

    Bienvenidos pues al Nuevo Sueño Europeísta: un sueño americano a la remanguillé, con democracia y en patines, donde robar sale más barato que soñar. Fundamentalmente, realismo. Básicamente, cine. Un complejo, arduo y aperturista cine en tierra de espectadores con vocación de gaditano con dos láseres azules que radiografía el Peñón, y cuya moto bien pudiera convertirlo en la sensación estival. Y la historia es aquí la que nunca abre el telediario, la de policías contra narcotraficantes y sus pequeñas historias encumbradas a la gloria de una tragedia atávica: querer más dinero, querer salir de la ciénaga, querer justificar tu placa con una gran incautación aun a sabiendas de que el hijoputa al que has trincado será sustituido inmediatamente por otro chófer de la mafia allí imperante; pero también que no hay salvación en el infierno que hundió a Frank Sobotka, jefe del sindicato de estibadores de Baltimore y, sin duda, uno de los mejores personajes de The Wire: acaso la mejor y más insólita sopa fría con regusto a clásico televisivo que te explotó en las narices. Él se doblegó frente a la idea de ayudar a los suyos caiga quien caiga, aunque no a cualquier precio, incluido él. Sobotka (Chris Bauer) un día miró fijamente a McNulty y éste pensó en cuán corruptos serían el polaco, su sobrino Nick y su hijo Ziggy con genitales de Rocco Siffredi e intelecto de Steve Urkel. En los astilleros Frank preconizaba una ley, no siempre silenciosa, inquebrantable para con los obreros que se reunían a trasegar chupitos de whisky Jameson y pintas de cerveza en el mismo bar de siempre, a la misma hora de siempre. Y hasta nuevo día.

    por Juan José Ontiveros
    agosto 29, 2014

    Crítica | El niño

    por Juan José Ontiveros | agosto 29, 2014

    Un secuestro de andar por casa

    crítica de El secuestro de Michel Houellebecq | L'enlèvement de Michel Houellebecq, dirigida por Guillaume Nicloux. 2014

    De esta guisa se presenta Michel Houellebecq un 21 de agosto en Madrid: con zapatos mocasines marrones, calcetines de hilo que escalan como medias de futbolista por sus piernas, vaqueros oscuros, chaleco de scout o pescador bohemio que a duras penas si cubre una camiseta de tirantes, cigarrillo (casi) perpetuo entre los dedos corazón y anular, y un peinado eléctrico que remite instantáneamente a Emmett 'Doc' Brown (Christopher Lloyd) de Regreso al futuro. Nada en su rostro sugiere tranquilidad; tampoco nerviosismo. Es, sencillamente, un signo de interrogación que escruta la decadencia ante sí. Y el periodista forma parte de ella en tanto cómplice del cliché como estilo de vida profesional. No hay tregua. Houellebecq se sienta medio encorvado, carga con un peso fácilmente calculable: cincuenta y ocho abriles, seis novelas, varios poemarios y la biografía de H.P. Lovecraft que escribió en 1991, titulada H.P. Lovecraft. Contre le monde, contre la vie (traducida al español por la editorial Siruela). Su look rivaliza con el de cualquier excéntrico paseante o voyeur trasnochado en la Gran Vía de Madrid. Pero es famoso. Y francés. Se ha ganado cierto derecho a la heterodoxia. Así que, a pesar de estar a punto de darle un abrazo, o cincuenta céntimos, el plumilla se limita a seguir el guion. Pulsa el rec al tiempo que el entrevistado medita la respuesta y casi rumia entre susurros sus palabras. Si la pregunta es buena o en su defecto le provoca calor o frío, Houellebecq deja flácido el labio inferior, absorbe su rabia existencial y, de repente, es diez o quince años más viejo que hace sólo un instante: envejece y rejuvenece a capricho, según el nivel de mala hostia que se cocine en su interior. "Estás realmente solo", afirma uno de sus poemas, "te quedas atrás, atrás". Y tú vas con él, ya sea en El mapa y el territorio o en Plataforma, para que se te pegue algo, aunque sólo sea la espontaneidad para reírse de un mediocre adolescente; pero también su gusto por el vino Ribera del Duero o cualquier licor más o menos consumible. Houellebecq escribe como bebe: sin concesiones, aun sin perder del todo el control. Es serio y, asegura él, nunca llega tarde a una cita con su editor. Y bebe como escribe: no aspira a lo que no puede conseguir. La sobriedad de un genio absoluto.

    A Houellebecq un día lo secuestraron sin venir a cuento. Y sin un plan fijo. De vuelta a casa, tres hombres físicamente intimidantes con un enorme baúl metálico lo siguieron hasta la puerta de su apartamento en un piso veintitrés. El escritor tragó saliva y, a continuación, les pidió un cigarrillo a sus secuestradores, un cíngaro gordo, un culturista y uno de esos luchadores de MMA (Artes Marciales Mixtas) que igual te golpean con los puños que te asfixian con una llave de piernas estranguladora. Tras intercambiar unas palabras ("Tranquilo, no te haremos daño", "fumas bastante, ¿no?") le vendaron los ojos y lo transportaron en el cofre del tesoro hacia una casa a las afueras de la ciudad. Allí, ya en presente, hay dos entrañables ancianos con los que, sin demorar mucho, Houellebecq entabla amistad. Son los padres del luchador, quizá el más compasivo (o menos idiota) de los tres secuestradores. Y no es que los dos restantes sean crueles, sino más bien perezosos. Dice el líder —pelo rizado y barriga olímpica— que François Hollande pagará el rescate. Al fin y al cabo, Houllebecq es muy famoso y muy intelectual, y eso en Francia es razón suficiente para tirar la casa por la ventana. Y llegado este punto, freno en seco para decirles que tienen aquí una poderosa muestra de comedia a veces insospechada, a veces corrosiva, que apunta a todos y convierte el egocentrismo en materia de estudio. El director Guillaume Nicloux ofrece a sus no poco veraces creaciones una bicoca que, desgraciadamente, pasará inadvertida por el circuito de salas español. Premio Especial del Jurado y Mejor Guión en el Festival de Tribeca 2014, El secuestro de Michel Houellebecq es una simple pero retorcida máquina autorreferencial que, a golpe de sutileza, deviene sátira política de una Europa secuestrada, a través de un hombre no sólo inquietante sino lúcido y putero, cuya humanidad surge a fogonazos y se pliega en narrativa de colchón.

    por Juan José Ontiveros
    agosto 29, 2014

    Crítica | El secuestro de Michel Houellebecq

    por Juan José Ontiveros | agosto 29, 2014

    El 29 de agosto comenzará la 41ª edición del Festival de Telluride, una rara avis del circuito de certámenes cuya programación se anuncia 24 horas antes de su comienzo y su celebración está acotada a tres días. Todo en un pequeño pueblo de Colorado, de tan sólo 4.000 habitantes, que acogen la apertura, de manera oficiosa, de la temporada de premios. Si bien los últimos años su influencia ha decaido, sigue arrebatando premieres al coloso canadiense, el TIFF. En esta entrega, conformada por 25 cintas anunciadas esta tarde, se mezclan novedades con producciones presentadas en Berlín, Cannes y Venecia. Algo que le resta impacto pero no encanto a este recóndito evento que cada año sigue enamorando a la prensa estadounidense. A destacar, las nuevas creaciones de Morten Tyldum (en su debut en territorio norteamericano), Joshua Oppenheimer (que proyecta en la Mostra) y Sophies Barthes. También se conocerán las impresiones de la prensa local de caballos ganadores como Birdman, The Homesman o la sensacional '71. Como es habitual, volveremos con lo más destacado del festival coloradino a su finalización el 1 de septiembre.

    Birdman, de Alejandro González Iñárritu (Estados Unidos, 2014)
    Dancing Arabs, de Eran Riklis (Israel, 2014)
    The Decent One, de Vanessa Lapa (Australia, 2014)
    Diplomacy, de Volker Schlöndorff (Francia, 2014)
    Foxcatcher, de Bennett Miller (Estados Unidos, 2014)
    The Gate, de Régis Wargnier (Francia, 2014)
    The Homesman, de Tommy Lee Jones (Estados Unidos, 2014)
    The Imitation Game, de Morten Tyldum (Reino Unido-Estados Unidos, 2014)
    Leviathan, de Andrey Zvyagintsev (Rusia, 2014)
    The Look Of Silence, de Joshua Oppenheimer (Dinamarca, 2014)
    Madame Bovary, de Sophie Barthes (Reino Unido-Bélgica, 2014)
    Merchants Of Doubt, de Robert Kenner (Estados Unidos, 2014)
    Mommy, de Xavier Dolan (Canadá, 2014)
    Mr. Turner, de Mike Leigh (Reino Unido, 2014)
    The Price Of Fame, de Xavier Beauvois (Francia, 2014)
    Red Army, de Gabe Polsky (Estados Unidos-Rusia, 2014)
    Relatos salvajes, de Damián Szifrón (Argentina, 2014)
    Rosewater, de Jon Stewart (Estados Unidos, 2014)
    The Salt Of The Earth, de Wim Wenders, Juliano Ribeiro Salgado (Brasil, 2014)
    Tales Of The Grim Sleeper, de Nick Broomfield (Reino Unido, 2014)
    Two Days, One Night, de Luc Dardenne, Jean-Pierre Dardenne (Bélgica, 2014)
    Wild, de Jean-Marc Vallée (Estados Unidos, 2014)
    The 50 Year Argument, de Martin Scorsese, David Tedeschi (Reino Unido, 2014)
    ’71, de Yann Demange (Reino Unido, 2014)
    99 Homes, de Ramin Bahrani, (Estados Unidos, 2014)


    por Emilio Luna
    agosto 29, 2014

    Telluride 2014 | Programación oficial

    por Emilio Luna | agosto 29, 2014

    El año pasado fue Suiza la que apostó por un documental (More than Honey) como estandarte de cara a los Óscar. Este año es Luxemburgo la que opta por ese formato en busca de la hazaña. Nunca el Gran Ducado centroeuropeo ha llegado a la fase final. Ni siquiera ha pasado un solo corte en 10 participaciones. Para la undécima, un viejo conocido: Pol Cruchten, que ya lo intentó en 2007 con Perl oder Pica (Little Secrets, 2006). Never die Young retrata la adicción a la heroína de un joven luxemburgués errante, Guido Peters, que encuentra el camino de la redención a base de tesón y constancia. Basado en una historia real, poco más se conoce de una obra que se estrenará comercialmente el 24 de septiembre.


    por Emilio Luna
    agosto 28, 2014

    Oscars 2015 | Luxemburgo apuesta por el documental Never Die Young

    por Emilio Luna | agosto 28, 2014
    1001 grams

    Blind, de Eskil Vogt
    Letter to the King (Brev til Kongen), de Hisham Zaman
    1001 grams (1001 gram), de Bent Hamer

    En una charla con Joachim Trier a principio de año, el genial director noruego nos hablaba de la constante evolución del cine de su país. Debido, principalmente, a una libertad de ideas que estaba encontrando una consonancia más que interesante a nivel técnico. Trier también tuvo palabras para su amigo y colaborador (es su guionista) Eskil Vogt, creador de una de las sensaciones de este 2014 (Mejor guion en Sundance, Europa Labels Cinema en Berlín…): Blind. Esta magnífica ópera prima, que un servidor pudo ver en Karlovy Vary, es la gran favorita para representar a la nación de los Fiordos en la próxima edición de los Óscar. De ser así, se convertiría en una de las outsiders a formar en la terna final. Sus rivales por ese preciado hueco serán la ganadora del festival de Göteborg, Letter to the King (Hisham Zaman), y, la aún inédita (su premiere está programada en el TIFF) 1001 grams, la tercera película de Bent Hamer, un veterano en estas lides ya que sus anteriores filmes, Kitchen Stories (2003) y O'Horten (2008), fueron los abanderados en busca de la estatuilla dorada. Salvo sorpresa, y teniendo en cuenta la acogida de Blind, ésta debería ser la elección de una industria que cada año recorta más terreno a sus potentes vecinos suecos y daneses. El 3 de septiembre conoceremos a la elegida.


    Blind

    por Emilio Luna
    agosto 28, 2014

    Oscars 2015 | Las tres aspirantes de Noruega

    por Emilio Luna | agosto 28, 2014
    Emma Stone en la premiere de Birdman

    Iñárritu pone en pie Venecia

    Primera jornada de la 71ª edición de la Mostra de Venecia

    Con la habitual idiosincrasia italiana –desorden organizativo absoluto— ayer comenzó la 71ª edición de la Mostra de Venecia. Lo hizo con la premiere mundial de Birdman, la entrada en el género cómico de Alejandro González Iñárritu. Una apertura casi soñada para su director, Alberto Barbera, tanto en lo mediático como en lo artístico. Ojalá signifique una señal positiva para un certamen que ha perdido prestigio en su última década. Marco Müller puso la primera estocada con selecciones demasiado minoritarias y, ahora, el señor Barbera intenta levantar una nave sin fuelle, lejos del lujo de Cannes, dos palmos por debajo de un brioso San Sebastián y en la misma línea de una Berlinale algo perdida como aperitivo cannois. Venezia 71, a pesar de la presencia de apellidos de nivel medio, demuestra la fatiga y la duda de una organización que no sabe qué camino tomar. Ni siquiera las secciones paralelas (Orizzonti, principalmente) otorgan algo de luz a un programa que, a primera vista, resulta monocorde y sin platos fuertes en el menú. Otra cosa será a la salida de las proyecciones. Para empezar, ovaciones y elegios para un Iñárritu que quiere volver a lo alto. Sin Arriaga, sin historias cruzadas y en géneros enpantanados en el nuevo milenio: actores, superhéroes y comedia. Desde hoy, EAM abre su cobertura de la Mostra de Venecia con las principales reflexiones y opiniones que salgan del Lido. Pese a que el nivel del canal ahoga a la Mostra, siempre es un placer rondar Venecia durante 10 días.

    BIRDMAN

    Dirigida por Alejandro González Iñárritu.
    Reparto: Michael Keaton, Emma Stone, Edward Norton, Zach Galifianakis, Naomi Watts y Amy Ryan.
    Estados Unidos, 2014
    Apertura. Competición. Venecia 71

    Golpe de timón de Barbera con esta apertura. Al mismo nivel que con otro cineasta mexicano, Alfonso Cuarón con Gravity, en la anterior edición. Birdman ha logrado casi la unanimidad y ha disfrutado de una sonora ovación. Con especial mención a la recuperación del gran Michael Keaton, al que se le vincula con una posible nominación al Óscar. Lo merecería. Siempre fue un actor de gran nivel. Lo mismo ocurre con un Iñárritu, al que le afectó en demasía la ruptura con su amigo y guionista Guillermo Arriaga. Aún así, Biutiful (2010), su anterior creación, seguía dejando los detalles de un cineasta mayúsculo. Con Birdman vira 180 grados con la historia de un actor que encarnó a un superhéroe de moda y que busca salir del hoyo donde le dejó la fama. Una comedia dramática metacinematográfica que tiene todos los visos en convertirse en protagonista en la campaña de premios. Toronto y Nueva York (es la cinta de clausura) subrayarán su devenir. Así ha reaccionado la prensa tras su premiere en el Lido.

    «Concebido como un tour de force rítmico y estilístico –Iñárritu lleva hasta el infinito y más allá la idea de los falsos planos secuencia (digitalizados) de Alfonso Cuarón–, la película es un festival de pirotecnia actoral, un espectáculo pugilístico en el que diferentes parejas de actores se van turnando para poner en escena sus neurosis». Manu Yañez. Fotogramas

    «Una película magnífica y cautivadora difícil de encajar en género alguno. Birdman (o La inesperada virtud de la ignorancia) -su título completo- es un tour de force técnico, una comedia negra bellamente interpretada y con un inteligente guión que dejará a la audiencia con ganas de más. Mark Adams». Screendaily.

    «El festival de Venecia arranca con poderío con una película con tintes esperpénticos y una constante referencia a Cervantes. La Mostra no podía haber empezado mejor». María Guerra. La Script.

    por Emilio Luna
    agosto 28, 2014

    Mostra de Venecia 2014 | Primera jornada

    por Emilio Luna | agosto 28, 2014

    De entre las 15 posibilidades Alemania ha escogido la que menos opciones podría albergar. Beloved Sisters (Die geliebten Schwestern), uno de los peores trabajos presentados en la Sección Oficial de la Berlinale, representa todos los condicionantes de una perdedora: larguísima duración (no obstante, su formato real es la miniserie), temas manidos (drama de época pleno en arquetipos) y un estilo televisivo. Ni siquiera la belleza de Henriette Confurius otorga algo de brío a la undécima producción acometida por un clásico del cine germano: Dominik Graf. Un año más se quedará sin mención. Lejos comienza a quedar la última (La cinta blanca de Michael Haneke, 2009). Del Óscar casi una década (La vida de los otros, 2006). Tras el buen año del cine alemán, merecía una candidata mejor. Habrá que esperar a una contendiente de garantías en el futuro.

    Nominaciones (y premios Óscar) de Alemania

    Alemania Occidental

    El capitán Kopenick (Der Hauptmann von Köpenick), de Helmut Käutner. 1956
    El diablo ataca de noche (Nachts, wenn der Teufel kam), de Robert Siodmak. 1957
    Helden, de Franz Peter Wirth. 1958
    El puente (Die Brücke), de Bernhard Wicki. 1959
    El peatón (Der Fußgänger), de Maximiliam Schell. 1973
    La celda de cristal (Die gläserne Zelle), de Hans W. Geißendörfer. 1978
    El tambor de hojalata (Die Blechtrommel), de Volker Schlöndorff. 1979 | Óscar
    Amarga cosecha (Bittere Ernte), de Agnieszka Holland. 1985

    Alemania Oriental

    Jakob, el mentiroso (Jakob der Lügner), de Frank Beyer. 1976

    Alemania

    La chica terrible (Das schreckliche Mädchen), de Michael Verhoeven. 1990
    Schtonk!, de Helmut Dietl (1991)
    Más allá del silencio (Jenseits der Stille), de Caroline Link. 1996
    En un lugar de África (Nirgendwo in Afrika), de Caroline Link. 2002 | Óscar
    El hundimiento (Der Untergang), de Oliver Hirschbiegel. 2004
    Sophie Scholl: Los últimos días (Sophie Scholl - Die letzten Tage), de Marc Rothemund. 2005
    La vida de los otros (Das Leben der Anderen), de Florian Henckel von Donnersmarck. 2006 | Óscar
    Al otro lado (Auf der anderen Seite), de Fatith Akin. 2007
    R.A.F. Facción del Ejército Rojo (Der Baader Meinhof Komplex), de Bernd Eichinger. 2008
    La cinta blanca (Das weiße Band), de Michael Haneke. 2009


    por Emilio Luna
    agosto 28, 2014

    Oscars 2015 | Beloved Sisters es la elección alemana

    por Emilio Luna | agosto 28, 2014

    Grietas en el hielo

    crítica de Black Coal | Black Coal, Thin Ice (Bai ri yan huo), dirigida por Yinan Diao, 2014 | ★★★

    La sombra de Raymond Chandler planea sobre cada rincón de la ciudad que Yinan Diao escenifica en este melancólico recorrido por algunas de las miserias de China. Es el reflejo social transformado por el prisma del cine negro, de la misma forma que Chinatown (1974) sentenciaba la naturaleza violenta de su mundo en su última escena o La jungla de asfalto (1950), lo despiadado de los bajos fondos de una gran ciudad americana. El cine negro está ahí, no sólo por sus tramas, sino, en mayor medida, por lo trágico de su contenido y, en especial, de sus personajes. Black Coal, Thin Ice (2014) podría ser una relectura perfecta —con la genuina sensibilidad asiática— del clásico cine noir de Hollywood. Tras un tiroteo en el que resultan asesinados dos compañeros en acto de servicio, Zhang es destituido para acabar ganándose la vida como guarda en un puesto de carretera. Cinco años más tarde, y con el alcoholismo y la desgana inherentes a todo protagonista adscrito al género, decide reabrir el caso cuando llega a sus oídos cierta información relacionada con la aparición de dos cadáveres. Ambos con el mismo modus operandi que el cadáver descubierto hace años. El mismo que condenaría su trabajo y su matrimonio.

    La razón clave para reabrir el caso es obvia atendiendo a su sello. Todas las víctimas están relacionadas con una única mujer: Wu Zhizhen. Viuda y dependiente de una lavandería. Reservada y discretamente atractiva, se mostrará recelosa cuando Zhang decida hacer un primer acercamiento casual para seguir sus pasos y costumbres. De alguna forma, ella es la clave para entender los crímenes. Y así, Diao centra por fin el foco: una ambigua relación entre sospechoso y agente que acaba tornándose cada vez más siniestra y peligrosa. Zhang y Wu conocen la amenaza y los terrores ocultos de su país; los que se ocultan bajo las capas de carbón y las grietas de hielo del título americano (Black Coal, Thin Ice), entre los callejones de barrios industriales en los que sus ciudadanos apenas son considerados como mano de obra útil; entre esta dualidad que se mueve entre lo personal y lo genérico; entre una relación sentimental y el contexto de un país que empieza a cambiar. Es ahí donde está el talón de Aquiles de Diao: la falta de foco. La dispersión de la trama exige una atención extra del espectador, pues es fácil desconectar si uno no está atento a la información que se va a administrando. El director prefiere el hipnotismo de una hermosa fotografía nocturna, de neones rojos y amarillos, y pistas de hielo a medianoche, descuidando el ritmo y perdiendo fuelle. En contraste, el trabajo de puesta en escena es inapelable, sobre todo cuando uno ve como el cineasta consigue unir la tragedia y el absurdo en una sola escena: la del tiroteo que acaba con la carrera de Zhang al poco de empezar el filme. En ella se resume el tono entero de la obra.

    por Unknown
    agosto 27, 2014

    Crítica | Black Coal

    por Unknown | agosto 27, 2014
    Lucy, de Luc Besson

    1. Tener y no ser


    Aquella tarde ociosa, mientras hacía limpieza en casa, me reencontré con una enciclopedia de la que me desentendí cuando adolescente. Por muy diversos motivos, supongo. O quizá no. Y es que a mí las enciclopedias siempre me han abrumado con su conocimiento sobre todas las materias imaginables. Nunca entendí yo a santo de qué esa "euforia" por conseguir, a rebufo de la revolución digital, una copia ilícita de la Enciclopedia Encarta. Tal era la pose que hasta los estudiantes repetidores iban por ahí traficando con la edición de 1998. Y ya que siempre he sabido comportarme y no rehúso nunca invitación a fiestas en las que se regalan historias que sólo podrían servirte en caso de estar jugándote la vida en Saber y ganar, rápidamente me uní al festejo pedagógico. "Ah, ¿que tienes la respuesta a todo en un CD-ROM? Pues que rule, hombre". En ese punto algunos de mis familiares confundieron la simple curiosidad con el apetito intelectual, y acabarían regalándome libros extrañísimos que únicamente se encontraban en los mejores bazares chinos de Madrid. De ahí mi trauma entre tener y ser, como bien apunta Lucy en su película homónima. En líneas generales yo creía tener mucho y ser algo indefinible, pero ahora resulta que tener no tengo nada y ser, lo que se dice ser, tampoco soy. Y ya ni duermo pensando en ciertas antiheroínas bessonianas, con este calor asfixiante y septiembre contando las horas para decir: He vuelto, volver a empezar, y volver a esas canciones que afilan lápices y llenan con tinta indeleble bolígrafos y rotuladores Carioca y Eddings negros tamaño novatada.

    El caso es que no tardé en estirarme —poniendo en juego mi integridad física, que a punto estuve de resbalar y caer de boca ya con un libro entre las piernas y otro bajo el sobaco— desde el peldaño último de la escalera para arrancarle el tomo a esa estantería cuyas castigadas baldas sobreviven mal que bien en forma de góndola con overbooking; donde los libros se pegan los unos a los otros como lapas o amantes con algún tipo de trastorno afectivo en un Tetris perfecto. Total, que me puse a hojear algunas de sus páginas al tuntún. El tomo en cuestión se titulaba "Ciencias de la Tierra y del Universo", un tema que ya de por sí acojona bastante sin necesidad de acometer su estudio o una lectura rápida (para que después venga cualquier listo a decirme a mí que leer no es un deporte de máximo riesgo). Así, entre la deriva polar y la tectónica de placas y la dinámica litosférica y tonelada y media de rocas ígneas, llegué a uno de esos ladillos pomposos tan comunes en libros de texto para estudiantes, cuyo título decía así: "Sin oxígeno se puede vivir". Y continuaba: "Es posible vivir sin aire".

    Atónito por tan imponente revelación, cerré el libro al tiempo que pensaba en cómo esa sencilla frase bien podría refutar sin contrición la discografía entera de aquel grupo mexicano cuyos hits suelen nadar en torpes metáforas de romeos pijos que juegan a ser quinquis y julietas de reality-show convertidas a corazones espinados en el Muelle de San Blas. Y volví a pensar en Lucy, una suerte de Nikita que tras absorber medio kilo de droga que le insertan unos gánsters coreanos (observen, escuchen a, pero no se apiaden de Choi Min-sik) forzosamente bajo la piel del abdomen logrará explotar —un 10% primero y un 100% en última instancia— todo el potencial de su cerebro todavía adormecido; ejerciendo así su omnisciencia sobre otros seres humanos que ni siquiera pueden hablar y freír un huevo a la vez, desarmando al estilo Looper —vía telequinesis— a sus enemigos y condenándoles a la rigidez muscular allá junto a los tubos fluorescentes, viajando ella sin moverse de la silla a lugares recónditos, a eras prehistóricas y galaxias en plena orgía molecular, nebulosas azules y carmesíes y esmeraldas y, como diría Bob Dylan, "un cielo teñido de zafiros" del que empiezan a llover asteroides varios para, inmediatamente después, rebobinar hacia una explosión inasumible; imitación de aquella otra que visionamos —y recordamos cada vez con más frecuencia— en El árbol de la vida, y que leímos también en la novela de Gonzalo Torné Hilos de sangre (Mondadori), cuya reconstrucción a partir de una deconstrucción universal llamada Big Bang se antoja extraordinaria, monumento de la narrativa en lengua española y perfecto interludio a mitad de un melodrama que afila dientes no sin arrebatos cursis. "La energía generada por la explosión se aleja ampliando el radio del espacio mientras la gravedad toma el control. La materia fluye desordenada, progresa sin obstáculos, en densidades bajísimas. Imagina una mano de pintura tan homogénea que amenaza con volverse traslúcida, después un juego de ráfagas la acumula en filamentos más grumosos que forman nudos de gas, quásares, estrellas".

    por Juan José Ontiveros
    agosto 27, 2014

    Lucy in the (blue) sky

    por Juan José Ontiveros | agosto 27, 2014
     Jhola, de Yadav Kumar Bhattarai

    En anteriores artículos hablábamos del historial de filmografías de contrastado prestigio que apenas habían tenido relevancia en los Óscar. Algo que contrasta con naciones que, sin industria, han conseguido igualar o, incluso, sobrepasar a esos gigantes grises europeos que tan poco calan en el académico anglosajón. Un caso es el de Nepal, que debutó en los Óscar en 1999 con Caravan (rodada en lengua tibetana), de Eric Valli, y logró la nominación. Un hito que no se volvió a repetir en cuatro participaciones posteriores (esta vez con lengua Nepalí) pero que puso en el balcón cinematográfico a un territorio sin ningún tipo de tradición. Para la edición de 2015, vuelven a la carga con Jhola, un drama estructurado en once cuentos que nos acercan conceptos autóctonos del país asiático desde el siglo XVIII hasta nuestros días. El año pasado Nepal buscó la machada con Soongava: Dance of the Orchids, pero no superó el primer corte. Jhola intentará ser la primera cinta hablada en Nepalí que logre un puesto de finalista.


    por Emilio Luna
    agosto 27, 2014

    Oscars 2015 | Nepal apuesta por Jhola, de Yadav Kumar Bhattarai

    por Emilio Luna | agosto 27, 2014
    Emmy 2014

    Contra (casi) todos los pronósticos

    Palmarés de la 66ª edición de los Emmy Awards

    Poco antes de ver la 66ª edición de los premios Emmy, el que esto escribe hizo un pequeño repaso mental de las nominaciones y sus apuestas, solo para darse cuenta horas después de que esos pronósticos eran bastante erróneos. La Academia ha confeccionado un palmarés de lo más extraño, mezcla de la apuesta segura (Modern family como Mejor comedia por quinto año consecutivo, Jim Parsons y Julia Louis-Dreyfus como Mejores intérpretes cómicos) con la absoluta sorpresa (ninguno de los tres galardones de Sherlock se veían venir, tanto que Benedict Cumberbatch y Martin Freeman no estaban en la ceremonia). Los esperados triunfos de Fargo, The normal heart u Orange is the new black variaron en grado de decepción, así como la genuina sorpresa de Kathy Bates o Jessica Lange con sus merecidos trofeos por American horror story: Coven.

    La noche tiene un nombre con mayúscula y ése es Breaking bad. Con la excepción de Mejor dirección, que fue el único gran premio de True detective y su magnífico Cary Joji Fukunaga, la serie de AMC se despidió con cinco galardones: Mejor drama, Actor, Actriz de reparto, Actor de reparto y Guión para Moira Walley-Beckett, responsable del posiblemente mejor episodio de la serie, “Ozymandias”. Lo de Anna Gunn no sorprendió tanto, pero sí la victoria de Aaron Paul ante Jon Voight o Josh Charles; y especialmente la de Bryan Cranston ante el huracán McConaughey, que venía de ganar el Óscar y era favorito en todas las apuestas. Precisamente, Matthew McConaughey fue blanco de múltiples referencias a lo largo de la ceremonia, que fue bastante ágil y divertida para la cantidad de premios y parones que tiene. Seth Meyers cumplió con nota en su rol de presentador, abriendo con un abrasivo monólogo y llenando la noche de intervenciones de sus compañeros de Saturday Night Live, hilarantes todos. Segmentos como las preguntas del público, con varios intérpretes haciendo gustosamente el payaso, la intervención del infalible Ricky Gervais o las ya esperadas improvisaciones de Julia Louis-Dreyfus como ganadora, y van tres años más, animan y suben el nivel de la función. La pega de esta concesión a la referencia popular para que el espectador joven vea la ceremonia ha sido la presencia de "Weird Al" Yankovic, con su especialidad de versionar melodías famosas ejercida para las cabeceras de algunas series. Tuvo gracia, eso sí, ver a Andy Samberg caracterizado de Joffrey, y su interacción con la nominada Lena Heady no tuvo precio.

    por Emilio Luna
    agosto 27, 2014

    Emmy 2014 | Ganadores. Breaking Bad arrasa

    por Emilio Luna | agosto 27, 2014

    Entre los créditos de Dan Gilroy como guionista cabría destacar El legado de Bourne (2012) y The Fall: El sueño de Alexandria (2006). Mal que nos pese a algunos su debut como director se acerca más al espíritu adrenalítico de la primera que al vuelo a la imaginación de la segunda. Nos referimos a Nightcrawler (2014), un thriller, protagonizado por Jake Gyllenhaal, en el que el actor encarna a un joven desempleado, de nombre Lou Bloom, que descubre el peligroso mundo de los bajos fondos del fotoperiodismo en Los Ángeles. Secundada, además, por Rene Russo y Bill Paxton, Nightcrawler ha conseguido captar la atención gracias al acierto de sus primeros adelantos, unos tráilers que evidencian la experiencia de Gilroy con algunos productos hipervitaminados de Hollywood (Acero puro -2011-). Toronto supondrá su presentación a nivel mundial, aunque ya tiene estreno asegurado en Estados Unidos para el 31 de octubre. Veremos entonces si a Doug Liman o Paul Greengrass les ha salido competencia.





    Título original: Nightcrawler
    Dirección: Dan Gilroy
    Guion: Dan Gilroy
    Productora: Bold Films
    Distribuidora USA: Open Road Films
    Distribuidora internacional: Sierra/Affinity
    Fotografía: Robert Elswit
    Música: James Newton Howard
    Montaje: John Gilroy
    Duración: 117 minutos
    Reparto principal: Jake Gyllenhaal, Rene Russo, Riz Ahmed, Bill Paxton.


    por Redacción EAM
    agosto 26, 2014

    Tráiler de Nightcrawler, dirigida por Dan Gilroy

    por Redacción EAM | agosto 26, 2014
    White Bird in a Blizzard, de Gregg Araki

    Basada en la novela de Laura Kasischke, la película se centrará en la vida de Kat Connors, en concreto de un momento crucial que supone un giro radical e inesperado, el día que su madre, Eva, desaparece. En plena adolescencia, la joven tendrá que afrontar la vida con un montón de preguntas que se quedarán sin contestar, dejando un gran vacío en su interior, hasta que reúna el valor suficiente para buscar la respuesta a todas ellas. Gregg Araki (Oscura inocencia), uno de los directores más originales del panorama independiente, dirige y escribe la adaptación de esta obra que contará con una de las grandes actrices revelación del año, Shailene Woodley (The spectacular now). Eva Green (Soñadores), Angela Bassett (Los chicos del barrio) y el conocido actor de la popular serie de televisión Ley y Orden: Unidad de víctimas especiales, Christopher Meloni, también estarán en el reparto. El filme será estrenado en el festival de cine de Sundance el 20 de enero de 2014. Actualización: se estrenará en Estados Unidos el 24 de octubre.


    por Redacción EAM
    agosto 26, 2014

    Tráiler de White Bird in a Blizzard, de Gregg Araki

    por Redacción EAM | agosto 26, 2014
    Young Ones, de Jake Paltrow

    Michael Shannon lleva trabajando en el cine desde 1992, pero posiblemente pocos serían capaces de adivinarlo. El actor le debe mucho a su nominación al Oscar. Revolutionary Road (2008) ha definido parte de los papeles que ha escogido a partir de entonces. Personajes extremos, rayando en la locura, silenciosos o jocosos, pero que nunca pasan desapercibidos. La distopía de Young Ones (2014) es otra muestra de ello. Un relato pasado por el tamiz de Mad Max (1979) con la belleza plástica de una cinta asiática y algo del universo de William Faulkner. Hablamos de un relato en el que el agua se ha convertido en un bien escaso, el más preciado de todos los bienes de la tierra. El planeta es un desierto agrietado donde cualquiera está dispuesto a traicionar a otro por el bien propio, y las relaciones políticas y personales se rigen única y exclusivamente alrededor aquella persona que tenga control sobre el agua. En este ambiente despiadado Ernest Holm rige su granja con ayuda de sus dos hijos, Mary y Jerome. Pero Mary se ha enamorado de un joven de grandes ambiciones que desea el terreno para sí mismo, lo que llevará a Ernest a defender su territorio a costa de su propia familia. Jake Paltrow dirige, tras un intenso entrenamiento dirigiendo algunos de los capítulos de Policías de Nueva York (2009), con la intención de entregar un ejercicio que se intuye, cuanto menos, peculiar. Con estreno confirmado en Francia para el 6 de octubre –el 17 en Estados Unidos-, sólo nos queda esperar que, siendo el hermano pequeño de Gwyneth Platrow, el talento venga en la familia.

    «Influenciada por otros trabajos (de La diligencia a Mad Max, el homenaje sangra en la pantalla), pero con la suficiente originalidad como para cumplir las expectativas de los fans del western y la ciencia ficción por igual». Dan Mecca. The Film Stage.


    por Redacción EAM
    agosto 25, 2014

    Tráiler de Young Ones, de Jake Paltrow

    por Redacción EAM | agosto 25, 2014
    Whiplash, de Damien Chazelle

    Damien Chazelle ha provocado sudores con Whiplash (2014). Cada festival por el que ha pasado ha acabado con una ovación notoria. La aventura musical de un joven percusionista de jazz y la presión que su tutor ejerce, más allá de la sangre, para que su alumno consiga la perfección formal que él nunca tuvo, sube la adrenalina. No tanto por lo que nos cuentan sino por el cómo. Montaje y música en una simbiosis absoluta de efervescencia cinematográfica. Los dos pilares sobre los que se sustenta más del 50% del poder de Whiplash. La crítica ha aplaudido la cinta como una nueva dirección para el cine musical. Uno que sepa cuidar la entidad de sus personajes al mismo tiempo que demuestra su cariño por el trasfondo que trata. Protagonizada por Miles Teller (el co-protagonista de The Spectacular Now junto a Shailene Woodley) y con un brutal J. K. Simmons absolutamente pasado de rosca, el segundo largo de Chazelle ya tiene una distribución asegurada hasta en 11 países del mundo, entre ellos parte del territorio europeo. En Inglaterra y Alemania, el 16 y el 19 de enero respectivamente, y en Estados Unidos el 10 de octubre de forma limitada.

    «Es raro ver una película sobre una música que profese su amor por la música y sus personajes en la misma medida. Whiplash muestra a un director embrutecido por la precisión del jazz y el crudo extasis de un talento sin descubrir. Ambos lados se unen, mientras Chazelle martilla un nuevo ritmo para el futuro del género». Henry Barnes. The Guardian.


    por Redacción EAM
    agosto 25, 2014

    Tráiler de Whiplash, de Damien Chazelle. Ganadora en Sundance

    por Redacción EAM | agosto 25, 2014
    Brides

    Sin hacer mucho ruido este pasado domingo finalizó la vigésima edición del Festival de Sarajevo. Igual que los títulos de la competición pero dejando buenas sensaciones. La capital bosnia es el epicentro del cine eslavo. Ganado con mucho trabajo y unas selecciones que, en su mayoría no sobrepasan el centro-oeste del continente pero que acaban decorando numerosos programas de eventos cine independiente. Propuestas que valen de primer trampolín. Eso deben pensar Turquía y Georgia, ya que Sarajevo siempre les promete impulso a unas cinematografías que comienzan a volar alto. En esta entrega, de nuevo, han salido victoriosas con los nombres y apellidos de Erol Mintas (con Song of my Mother) y Tinatin Kajrishvili (con Brides), respectivamente. Quizá sin el lustre de las pasadas ediciones, hay que apuntar estos nombres. Cine sin aditivos, es un viaje antropológico desde la butaca.

    COMPETICIÓN


    Corazón de Sarajevo a la Mejor Película
    Song of my Mother (Klama Dayika Min), de Erol Mintas (Turquía)

    Premio Especial del Jurado
    Brides (Patardzlebi), de Tinatin Kajrishvili (Georgia)

    Corazón de Sarajevo a la Mejor Actriz
    Mari Kitia, por Brides (Patardzlebi) (Georgia)

    Corazón de Sarajevo al Mejor Actor
    Feyyaz Duman, por Song of my Mother (Klama Dayika Min) (Turquía)

    CORAZÓN DE SARAJEVO HONORÍFICO


    Agnès B., Directora (Francia)
    Gael García Bernal, Actor (México)
    Danis Tanović, Director (Bosnia y Herzegovina)

    DOCUMENTALES


    Corazón de Sarajevo al Mejor Documental
    Naked Island, de Tiha K. Gudac (Croacia)

    Premio Especial del Jurado
    Judgement in Hungary, de Eszter Hajdu (Hungría)

    Mención especial del jurado
    Happily Ever After, de Tatjana Božić (Holanda, Croacia)

    Premio Derechos Humanos
    Judgement in Hungary, de Eszter Hajdu (Hungría)

    por Emilio Luna
    agosto 25, 2014

    Sarajevo 2014 | Palmarés

    por Emilio Luna | agosto 25, 2014

    Estrenos

    Hate songs

    Streaming

    Hammarskjold
    Ti Mangio
    De humanis El colibrí

    Inéditas

    Rosalie