Ya estamos más cerca de disfrutar de lo nuevo de Lars von Trier. Anunciada para 2017, The House That Jack Built nos narrará la historia de un asesino en serie vista desde el punto de vista del criminal. Un filme que se podrá ver en cines pero que originalmente había sido ideado como una serie de ocho episodios, algo así como le ocurrió a Quentin Tarantino con Malditos bastardos (Inglourious Basterds, 2009). ¿Será este el proyecto de terror que tenía ideado el danés tras el estreno de Nymphomaniac (2013)? Muchos giros ha dado desde entonces la vida del polémico realizador, quien aún sigue siendo persona non grata en Cannes por sus desafortunados comentarios sobre la figura de Adolf Hitler. Motivado por una profunda depresión de la cual surgió toda una trilogía (Anticristo, 2009; Melancholia, 2011; y Nymphomaniac, 2013), nos sorprendió a todos concediendo una entrevista en la que confesó ser alcohólico y drogadicto, algo que trató de sanar durante un tiempo. Sin embargo, visto la imposibilidad que le supuso continuar su faceta creadora como guionista y director, retomó el camino de los estupefacientes con tal de volver a dedicarse a lo que más le gusta, perturbar al espectador mientras se autoproclama mejor cineasta del mundo.
Poco sabemos del reparto con el que contará este nuevo proyecto, tan solo que, como afirmó el productor Peter Aalbæk Jensen en Venecia, desde Zentropa están buscando una estrella internacional para dar vida al papel protagonista. Por lo tanto, como viene siendo habitual, nos hallaremos ante una nueva película hablada en inglés. Lejos quedan los tiempos del Dogma 95 y los actores semidesconocidos de títulos como Idioterne (1998) o El jefe de todo esto (2006). Y es que está claro es que estamos ante un cineasta en continua evolución, uno de los nombres más estimulantes del panorama internacional eternamente ligado a su incansable afán por sorprender a su público ofreciéndole nuevas experiencias mediante las diversas posibilidades que alberga el medio cinematográfico. Y para bien o para mal, no es muy arriesgado aventurar que The House That Jack Built volverá a removernos el estómago, activar nuestras neuronas y obligarnos a amarla u odiarla como nos ocurre con casi todas las cintas Lars von Trier.
