No podía ser de otra manera. George Miller ha sido elegido para presidir el jurado de la 69 edición del Festival de Cannes. Puede que no entrara a concurso para optar a la pasada Palma de Oro y, muy posiblemente, no ganará el próximo Oscar a mejor película, pero de lo que no hay duda es de que Miller es el hombre del año en lo que a cine se refiere. Mad Max: Furia en la carretera ha sido una de las películas que más ha unido a un público y una crítica que no han dejado de deshacerse en elogios hacia el australiano quien, con una mezcla de delicadeza exhumadora y un energético aire trasgresor, logró que todas las salas del planeta rompieran en aplausos tras los 120 minutos más vertiginosos a los que hemos asistido en los últimos tiempos. Miller, que ha afrontado la noticia con bastante entusiasmo, comentaba en sus primeras declaraciones al conocer la noticia:
«¡Qué deleite absoluto! Estar ahí en el centro de este histórico festival, descubriendo tesoros cinematográficos de todos los confines del planeta; dedicar el tiempo al desarrollo de un discurso apasionado junto a otros colegas miembros del jurado. Todo un honor. ¡Estaré allí con todo mi entusiasmo!»
Mad Max: Furia en la carretera supuso el regreso del héroe underground ochentero por excelencia y, también, la reaparición de un director que se había mantenido en una modesta segunda línea, dedicado a la creación de clásicos infantiles, para presentarse de nuevo en sociedad con una entrada triunfal y devolver, así, la ilusión a los aficionados de los grandes clásicos de acción.
Miller se ha ganado de pleno derecho la responsabilidad de poner de acuerdo al resto de miembros del jurado para que, el próximo domingo 22 de mayo, lleguen a una decisión acorde para elegir a la vencedora del prestigioso certamen. Un fallo que no parece tarea fácil teniendo en cuenta que la acogida del vencedor no suele ser tan unánimemente aplaudida como sí que lo ha sido su última película. Pese a que no todos sus trabajos han estado tan bien recibidos, la organización del festival dirigido por Thierry Frémaux ha destacado la labor del director como un ejemplo de trabajo eficiente y de gran amplitud de recursos. De esta forma, se ha definido a Miller en la nota de prensa que acompañaba a su proclamación como un realizador que ha “experimentado constantemente durante toda su carrera con distintos géneros, reconciliando de manera brillante las expectativas del público masivo y los mayores estándares artísticos”. El recién elegido presidente del jurado regresa a La Croisette un año después, habiendo convertido en gran admiración lo que el pasado año era simple expectación.
