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    Crítica en Serie | Hope (2010-2014)

    Hope (2010-2014)

    La loca familia de Hope Chance

    crítica de Hope (2010-1014) | Final

    FOX / Raising Hope / 4 temporadas: 88 capítulos. | EEUU, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014. Creador: Greg Garcia. Directores: Eyal Gordin, Rebecca Asher, Mike Mariano, Michael Fresco, Greg Garcia, Rick Kelly, Dan Attias, Phil Traill, Lee Shallat Chemel, Jace Alexander, otros. Guionistas: Greg Garcia, Bobby Bowman, Timothy Stack, Mike Mariano, Elijah Aron, Jordan Young, Ralph Greene, Matthew W. Thompson, Sean Conaway, Alan Kirschenbaum, Joey Gutierrez, Mark Stegemann, Paul A. Kaplan, Mark Torgove, Michael Pennie, Christine Zander, Amy Hubbs, Deweyne Lamar Lee, Fred Shafferman, otros. Reparto: Lucas Neff, Martha Plimpton, Garret Dillahunt, Shannon Woodward, Baylie & Rylie Cregut, Cloris Leachman, Gregg Binkley, Todd Giebenhain, Trace Garcia, Kate Micucci, Kelly Heyer, Dan Coscino, Carla Jimenez, Ryan Doom, Eddie Steeples, Lou Wagner. Fotografía: Walt Fraser, Sharon Meir. Música: Danny Lux & Matt Mariano.

    En las series sucede a veces, sobre todo en las cadenas en abierto, que los integrantes del equipo artístico deben hacer cambios para adaptarse a lo que la audiencia responde mejor o a lo que rechaza con pasión, o quizá a algo que no funcione desde dentro de la serie en sí. Hope, que terminó casi cuatro años de peleona andadura hace unos días, ha vivido ese tipo de adaptaciones desde el principio. En el piloto se presentaba un personaje, el primo Mike, que no debió gustar mucho a los públicos de prueba, ya que desapareció de cara al segundo episodio. Eso sí, el cachondo creador Greg Garcia supo integrar la desaparición en el enloquecimiento general de la serie y convertirlo en uno de los running gags más divertidos. De hecho, Skyler Stone retomó su papel de Mike en La personalidad sectaria (1.16) para explicar el paradero de su personaje, e intervino más adelante en flashbacks de momentos que iban más allá de la acción del piloto. Su presencia fue siempre un chiste bien armado. No tanto la de los mejores amigos de Jimmy, muy presentes en los primeros episodios pero fuera de circulación en el resto, hasta el punto de no volver a salir en la serie tras el final de la primera temporada. El ejemplo definitivo de adaptación a las circunstancias se ha dado en las últimas temporadas, cuando los guionistas se han dado cuenta de que habían construido una pareja cómica mucho más potente de lo esperado, de manera que la dirección de la serie ha tenido que cambiar.

    Hope (2010-2014)

    Hope comenzó tratando sobre las dificultades de un padre de 23 años para criar solo a su hija en una caótica familia, y acabó tratando más bien sobre el día a día de sus padres: Burt y Virginia. Gracias al arrollador talento, gracia y recursos cómicos de Martha Plimpton (nominada al Emmy por la primera temporada) y sobre todo de Garret Dillahunt, el foco de las aventuras del día a día de los Chance se desvió progresivamente hasta el punto de darles más minutos en pantalla a ellos que a su hijo Jimmy, interpretado sin especial brillantez por Lucas Neff. La gran prueba de esto está en el último capítulo, El baile padre-hija (4.22), rodado para que funcionara como final de serie porque la cancelación de FOX no era difícil de adivinar. El desenlace de la historia se centra en que Virginia arregle las cosas con su padre, y el gran evento del capítulo es la boda de ensueño de la mujer, que renueva así sus votos. Se decidió resolver la gran historia de amor de la serie entre Jimmy y Sabrina en 36 episodios (en La novia falsa de Jimmy (2.14), y así no alargar una tensión sexual que quizá no daba para tanto. Fue una decisión inteligente porque nos dejó ver lo que pasa tras el final de cuento de hadas, pero también permitió separar más claramente a las parejas protagonistas y escribirles tramas por separado. Jimmy y Sabrina se casaron en Boda moderna (3.14) y se mudaron fuera del hogar de los Chance. Las enseñanzas semanales sobre cómo criar a un bebé de la mejor manera posible dieron paso a hazañas cada vez más chifladas, y casi siempre hilarantes, sobre la supervivencia de una familia que vive al límite de la pobreza.

    Incluso con las circunstancias de adaptación que hemos nombrado, la primera temporada de la serie fue la mejor. A veces sucede esto con las comedias televisivas, la primera tanda encuentra el equilibrio perfecto entre chistes y sentimientos, ocurrencias y su consiguiente ejecución en pantalla, y el reparto funciona de maravilla porque todavía están descubriendo a sus personajes y experimentando opciones cómicas para darles vida. Desde el comienzo se sentaron las bases de lo que podíamos esperar del nivel de comedia: chistes referenciales sobre cine, televisión y la cultura popular, exageración de los comportamientos y manías del ser humano, hilarantes flashbacks para ilustrar el demencial pasado de los protagonistas y una visión de su nivel de vida donde reina la parodia que no busca hacer sangre. Las reflexiones sobre el estado del mundo de la familia Chance, abiertamente idiota, suministran algunos de los mejores momentos de la serie. Con el paso del tiempo se empezaron también a hacer chistes meta, tanto sobre los fallos de la serie (las idas y venidas de Lucy), la condición seriada de la vida de los protagonistas (un capítulo se cierra con ellos describiendo a grandes rasgos la estructura narrativo de cada episodio) o sobre Me llamo Earl (2005-2009), la anterior creación de Garcia. De hecho, los cinco protagonistas de esta serie intervinieron en diferentes episodios de Hope, hasta el punto de juntarse todos en Formando la banda (3.19), episodio que jugaba con sus roles en la cancelada comedia de NBC.

    Hope (2010-2014)

    La segunda temporada hizo pensar que el hechizo se había terminado, que la gracia no se estaba ya presente y que estábamos viendo los hilos de los guionistas escribiendo frases pretendidamente graciosas. El mecanismo fue revelado, pero afortunadamente solo durante un tiempo. Es la peor temporada de las cuatro, pero tiene algunos episodios estupendos. La tercera retomó el buen rumbo, aunque nunca se recuperó del todo. Es muy difícil mantener un alto nivel durante 88 episodios, y más batallando con la cadena por las audiencias. A favor de FOX hay que decir que la mitad de la serie ha sido casi un regalo, ya que la renovación por una cuarta temporada, y además de 22 episodios, fue toda una sorpresa. La batalla venía porque se veía que usaban Hope como parche de programación, y es que solo así se explica que muchos de los episodios de la tercera y cuarta temporada se emitieran a razón de dos capítulos por semana, y que ambas terminaran meses antes de lo que suelen hacerlo las series en abierto. Afortunadamente esto no afectó a la calidad de la serie, que siguió avanzado con cada vez más confianza hasta crear todo un submundo cómico, regido por reglas propias. La elección de un ejército de secundarios de físico peculiar animaba la gracia del asunto, así como un sentido del humor que sabía reírse de sus objetivos y homenajear con cariño a sus ídolos. 

    Hope (2010-2014)

    De cara a la cuarta temporada, el creador Greg Garcia decidió abandonar la serie para poner en pie la rancia The Millers (2013-), dejando Hope en manos de Mike Mariano. Mariano, contando con gran parte del mismo equipo de guionistas, supo mantener el tono de la serie y equilibrar los momentos emotivos con el humor. Y es que aquí se aprendían lecciones, enfatizadas habitualmente con la voz en off de Jimmy. Aunque no se buscaba la profundidad, sí había una reivindicación de la familia como unidad indivisible y fuente de amor, sin importar lo desastre que alguien fuera. Un modelo de familia altamente disfuncional, pero que funcionaba como conjunto. La grandiosa veterana Cloris Leachman ponía, con su personaje de tatarabuela olvidadiza, el toque más estrafalario a unos episodios de eficaz mecanismo interno para una serie que no pasará a la historia, pero que alcanzó una especie de madurez y sorprendía cada semana con historias con un componente de imprevisibilidad y artefactos cómicos de toda condición, para así haber sabido arrancar muchas carcajadas durante cuatro años. | ★★★ |

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