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    Crítica | Tucker & Dale contra el mal

    Tucker & Dale contra el mal

    Tucker & Dale contra los tópicos

    crítica de Tucker & Dale contra el mal | Tucker & Dale vs Evil, de Eli Craig, 2010

    Es una verdadera lástima que, contando con el beneplácito de la crítica y el espectador —obtuvo el Premio del Público en el prestigioso SXSW Film Festival— de medio mundo, Tucker y Dale contra el mal (Tucker & Dale vs. Evil) permanezca inédita en nuestro país. A pesar de haber sido anunciada y cancelada en un par de ocasiones por Vértigo Films, que incluso se planteó en un momento dado lanzarla directamente en DVD, todavía no hay noticias oficiales ni definitivas sobre su llegada. Estamos ante uno de esos casos, cada vez más frecuentes, en los que los cinéfagos más curiosos y periféricos no tenemos otro remedio que recurrir a ediciones extranjeras que o bien no llevan subtítulos en nuestro idioma (con lo cual, o sabes un poco de inglés o estás perdido) o sí que los llevan pero no son compatibles con nuestros reproductores. Hay una opción alternativa: la otra, la fea, esa que no hace falta explicar y que tan poco nos gusta, pero que tanto usamos cuando se convierte en nuestra única aliada en estos tiempos de sequía de estrenos arriesgados. Es una pena que tengamos que recurrir a eso para poder disfrutar de una de las mejores y más imaginativas comedias terroríficas que se han filmado en los últimos años. Pero dejemos de lamentar algo que, al fin y al cabo, aunque de manera casi inevitable, ya suena a tópico en muchas críticas debido al estado de la industria audiovisual en general y la exhibición cinematográfica en particular. Mejor celebremos la calidad de la película, que es a lo que hemos venido aquí y no a lloriquear tanto. Porque, en un campo donde abundan las producciones sin gracia, sin nada nuevo que ofrecer, clónicas y basadas en el puro efectismo más barato o los guiños y codazos, la cinta de Eli Craig supone un soplo de aire fresco capaz de reverdecer el yermo terreno de los tópicos del terror campestre y llenarlo de humor, amor e inteligencia.

    Con un prólogo que utiliza las formas del found footage (y que, ojo, SPOILER, es el verdadero final de la historia… aunque nos pase desapercibido en un primer visionado), la película muestra inmediatamente después sus cartas sin pretender ocultar demasiado al espectador: esto va de unos adolescentes muy tontos y llenos de prejuicios generados, en su mayoría, por el propio cine de terror, y de unos paletos con pinta de brutos pero incapaces de infringir dolor a ningún ser vivo… al menos de manera voluntaria. El pavor que los jóvenes sienten ante la presencia de estos montañeses es uno de los detonantes de la trama, ya que este pánico infundado desemboca en una serie de muertes ridículas, accidentales y, en su mayoría, tronchantes. Muertes con las que Tucker y Dale, los protagonistas de la función, no tienen nada que ver y que se nos muestran desde el principio como lo que son: un puñado de maneras tontas de morir que, a efectos de posibles investigaciones posteriores, bien podrían pasar como despiadados asesinatos. Es esta tensión entre unos y otros, entre los (falsos) héroes suicidas y los (también falsos) villanos inofensivos, la base sobre la que se sustenta toda la película y la que define su condición de comedia gore. Sin embargo, en lugar de recurrir a la parodia burda o de recrearse en los tópicos, que sería lo fácil, Tucker & Dale vs. Evil se entrega al juego de darles la vuelta y construir en torno a esa inversión una serie de set-pieces tan jugosas e hilarantes como la de la persecución con motosierra incluida o el percance con la trituradora de madera. Lo más sorprendente de todo quizá sea que, a pesar de que esa dinámica se repita desde los primeros minutos, los gags siguen funcionando maravillosamente bien durante (casi) todo el resto del metraje, incidiendo en un humor basado en el reconocimiento de clichés y la transgresión de los mismos.

    Tucker & Dale contra el mal

    Hasta ahí lo que uno podría esperar de esta producción. Lo inesperado llega con el otro leit-motiv del largometraje: por mucho que asome el gore y se cite textualmente a todo el cine de terror de jóvenes perdidos en el bosque enfrentándose a cualquier tipo de fuerza maligna, Tucker & Dale vs. Evil puede entenderse también, en esencia, como una comedia romántica. Se lo dice el entrañable Dale (Tyler Labine) a la improbable chica de sus sueños, Allison (Katrina Bowden), cuando por fin comprende que todo lo que ha ocurrido ha sido culpa de un enorme malentendido: “No te preocupes, es culpa mía. Debería haber sabido que si un tío como yo habla con una chica como tú, alguien acabaría muerto”. Es ese eterno enemigo del freak más sensible, el sentimentalismo y su aparente infalibilidad para enamorarse de la persona que menos le conviene (aunque sólo sea en apariencia… ya que nunca se sabe), el otro gran detonante del conflicto que presenta la trama. Así, ésta se ve insospechadamente enriquecida por un plus de ternura que a servidor le pilló desprevenido y que no es sino un gran aliciente que contribuye a considerar Tucker & Dale vs. Evil como algo más, bastante más, que una simple astracanada sanguinolenta. Y también, es cierto, a perdonarle un clímax final supeditado a un giro de guión innecesario y a un rutinario enfrentamiento mucho menos interesante que el epílogo en la bolera (los que la hayan visto sabrán a qué me refiero).

    Puede que, algún día, la opera prima de Eli Craig se estrene finalmente en España, aunque sea en formato doméstico. Pero entonces es probable que sea ya demasiado tarde: todos los que la hayan querido ver ya la habrán visto, así que sólo la compraremos los cuatro que deseamos tenerla original y la distribuidora tendrá pérdidas. Y eso que la película es buena. Vaya panorama. ★★★★

    Pedro José Tena.
    redacción Extremadura.

    Canadá / Estados Unidos, 2010. Director: Eli Craig. Guión: Eli Craig & Morgan Jurgenson. Productora: Reliance Big Pictures / Loubyloo Productions. Música: Mike Shields. Montaje: Bridget Durnford. Intérpretes: Tyler Labine, Alan Tudyk, Katrina Bowden, Jesse Moss, Philip Granger, Brandon McLaren, Christie Laing, Chelan Simmons, Travis Nelson, Alexander Arsenault, Adam Beauchesme. Presentación Oficial: SXSW 2010.

    Tucker & Dale contra el mal poster
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