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    Cine Alemán Siglo XXI

    CRÍTICA | EL ATLAS DE LAS NUBES

    El atlas de las nubes Cloud Atlas
    EL ESPÍRITU FATUO DE LOS WACHOWSKI
    crítica El Atlas de las nubes | Cloud Atlas, Andy & Lana Wachoswki, Tom Tykwer, 2012.

    “Everything is connected” (Todo está conectado) | El Atlas de las nubes.

        El lunes es el peor día de la semana para llevarte una decepción. Redundando en tópicos, materializa esa triste realidad de que tienes que ejecutar los mismos movimientos rutinarios, relacionarte con la misma gente, esperar otros seis días para que llegue el domingo y poder descansar o mandar todo a paseo, porque así lo decidió el de arriba. Trabajar y trabajar y trabajar, que dignifica y genera riquezas que nunca saboreamos. Consecuentemente, el lunes es un proscrito de la felicidad. Y ahí, el cine se erige en necesario antídoto contra la monotonía, en coartada para románticos perezosos y terroristas emocionales. Es lunes, hace frío y anoche se celebraron los premios Goya. Dejémonos de frivolidades. Me enfrento (así, valiente) a El Atlas de las nubes sabiendo que será un visionado largo, denso, visualmente poderoso, pero con la desconfiante etiqueta de ser el nuevo y catártico filme de los hermanos Wachowski: Larry, ahora Lana, ha experimentado punto por punto una transformación sexual. Conviene advertir de que este proyecto se ha querido vender —en determinados círculos publicitarios— como la materialización cinematográfica de otro viaje más íntimo y generoso en aristas. Un relato panorámico acerca de las dificultades que entraña querer sublimar lo estrictamente biológico.

    Sin embargo, a los dos minutos de empezar Cloud Atlas pienso en Little Britain, la irreverente serie cómica —fragmentada en sketches— de Matt Lucas y David Walliams. La relación es tan incomprensible como ambigua: si hubiera en el nuevo filme de los hermanos Wachowski tan sólo una porción de la genialidad de ese hallazgo televisivo, soportar tres horas sentado frente a la pantalla sería una opción tangible. Pero me encuentro un producto lleno de caretos adiposos, fláccidos o hinchados, repugnantes, vacíos, sin vida. Leo por ahí que se trata de un blockbuster con vocación filosófica. Y ciertamente así es. Y completo: un blockbuster con vocación filosófica e ínfulas postraumáticas. Arranca la película y aparece un viejo cuyo rostro queda parcialmente alumbrado por la luz de una hoguera, en lo que se presume el Páramo salvaje, al raso y con intensidad narrativa de fábula fractal. En ese preciso instante también recuerdo las elucubraciones surrealistas de Faemino y Cansado, aquel número del médico de pulmón (y gilipollas) que tenía una “cascada de carne” por papada. Y la sensación es permanente: no hay forma de sumergirse a fondo en el drama coral —varias historias ambientadas en universos paralelos y futuristas casi distópicos— que proponen los creadores de Matrix, ya que los personajes exceden la categoría de guiñoles, el olor a látex y pintura plástica se filtra a través de la pantalla y Tom Hanks, Halle Berry, Hugh Grant y Jim Sturgess interpretan más de cinco papeles diferentes —hasta ocho en el caso de este primero—. El exceso, sin duda, se antoja insuperable.

    El Atlas de las nubes - Cloud Atlas

         Un hombre de letras que busca un antiguo amor adolescente, una periodista en medio de la fiebre del petróleo en los años hippies; un genio de la música que, siendo Mozart, ejerce de Salieri; miembros de una tribu amenazada por Hugh Grant en su carnaval psicodélico; una sofisticada mujer de blanco que llega (no pidan muchas explicaciones, vayan a por más palomitas) a esa tribu cuyo dialecto esgrime cacofonías o síncopas en inglés, algo como Su-suerte o pa’qué, pero más laborioso e igualmente infame. Y el apuesto marino que intenta volver a casa y Seúl sumergida y Neo Seúl con carteles de neón y naves espaciales y razas chinescas en guerra y un valiente revolucionario y purasangre que se enamora de una esclava nacida para acabar como salchichón. Entre tanto, cameos de actores dentro de historias donde interpretan a otros personajes. La voz en off —propia de cualquier tráiler pretencioso— subrayando lo que no puede transmitir con imágenes. Luego, ruina argumental, nudos que son arenas movedizas, que cargan, que aburren, que te importan nada y menos. Si hubiera épica, ésta se convertiría en simple parodia de un cine más elemental, pero con necesarias dosis de intriga y aventuras. Aquí, Lana y Andy Wachowski —sospecho que la calidad del primer Matrix fue un destello puntual— demuestran que saben ubicar la cámara y moverla sin complejos, aunque esa vertiente formal resulte hueca.

    Adaptación de las novelas firmadas por David Mitchell, El Atlas de las nubes funciona bien como aborto multi-místico del retrogaming. Con todo, triunfa al conseguir algo muy difícil: que semejante plantel de actores —incluyendo al polifacético Hugo Weaving y la modélica Susan Sarandon— rinda tributo al feísmo. A la deconstrucción fantástica, también. Demasiada tela para tan poco cuerpo. Demasiado mensaje con poso decididamente trascendental. Dura tres eternas horas. Ciento ochenta minutos soportando un baile de pelucas intercambiables (la rubia que viste Tom Hanks es exactamente la misma que más tarde le vemos a Hugo Weaving), referencias adulteradas a Blade Runner y a cualquier universo de ciencia-ficción que haya triunfado con anterioridad. Aun así, yo guardaba esperanzas en la colaboración entre Tom Tykwer y los Wachowski, esperaba que me sorprendieran (para bien). Me temo que la nadería de Speed Racer no fue ningún capricho excéntrico. Ellos creen en esta clase de cine. Por lo que a mí respecta, me quedo con ganas de pegarle cuatro tiros al anciano cuentacuentos. Deseo que desaparezca. Que me deje en paz. ★★★★★

    Juan José Ontiveros.
    crítico de cine.

    Estados Unidos, 2012. Director: Tom Tykwer, Andy Wachowski, Lana Wachowski. Andy Wachowski, Lana Wachowski, Tom Tykwer (Novelas: David Mitchell). Música: Reinhold Heil, Johnny Klimek, Tom Tykwer. Reparto: Tom Hanks, Halle Berry, Jim Broadbent, Hugo Weaving, Jim Sturgess, Du-na Bae, Ben Whishaw, James D'Arcy, Xun Zhou, Keith David, David Gyasi, Susan Sarandon, Hugh Grant, Robert Fyfe, Martin Wuttke, Robin Morrissey, Brody Lee, Amanda Walker, Ralph Riach, Andrew Havill.

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